Gran Santo, que sois el sabio y fiel servidor a quien Dios confió el cuidado de su Familia; Vos, que Él ha establecido como conservador y protector de la vida de Jesucristo, el consolador y apoyo de su Santa Madre y cooperador fiel al gran designio de la Redención del mundo; Vos que habéis tenido la dicha de vivir con Jesús y María y morir entre sus brazos; casto Esposo de la Madre de Dios, modelo y patrón de las almas puras, humildes, pacientes y recogidas, sed sensible a la confianza que tenemos en Vos y recibid bondadoso el tributo de nuestra devoción.
Nosotros damos gracias a Dios por los singulares favores de que ha querido colmaros, y le pedimos por vuestra intercesión nos haga imitadores de vuestras virtudes. Pedid, pues, por nosotros, gran Santo, y por el amor que tuvisteis a Jesús y María, y el que Jesús y María tuvieron por Vos, obtenednos la dicha incomparable de vivir y morir amando a Jesús y María. Amén.
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