lunes, 9 de julio de 2018

ORACIÓN A SAN JOSÉ (44)

Con cuánto gusto, José, nos entretendríamos dulcemente contemplándote sentado ya en tu regio trono, rodeado de radiantes resplandores; si no comprendiésemos que no es esta tu especial gloria y que, con preferencia a las otras, acaricias. Porque lo que te da más contento y dignidad, aun en medio de todos los celestiales moradores, es el reflexionar que aún conservas cierta superioridad sobre el Rey inmortal de los siglos, que también allí te llama padre; y sobre la excelsa Emperatriz de cielos y tierra, que todavía te apellida con amor y cariño esposo. Y claro que tuyos son los vasallos de tu esposa y los dominios de tu Hijo; y como tal te proclaman en medio del más vivo entusiasmo toda la multitud de súbditos que cuentas en el mundo de la gloria.
JACULATORIA. Que pueda formar un día en las filas de aquellos que te aclaman Rey. Así sea.

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