domingo, 15 de julio de 2018

SIGNIFICACIÓN DE LOS ORNAMENTOS DE LA SANTA MISA

El amito significa el lienzo con que cubrieron los sayones el rostro del Salvador cuando, dándole bofetadas, le decían: "Adivina, Cristo, quién te dio". El alba, la vestidura blanca con que Herodes vistió al Señor por irrisión y burla. El cíngulo y el manípulo (1) significan los cordeles con que le apresaron, y luego le ataron a la columna, y los crueles azotes con que desgarraron sus sagradas carnes. La estola significa la soga que echaron al cuello del Señor por el camino del Calvario. La corona del sacerdote recuerda la corona de espinas que traspasaron la cabeza del Salvador. La casulla representa la ropa de grana o púrpura con que le cubrieron cuando, después de azotado y coronado de espinas, le sentaron ignominiosamente, y unos le abofeteaban, otros le mesaban los cabellos, otros escupiendo en su divino rostro doblaban por escarnio la rodilla y le saludaban como a rey de burlas. También en la casulla se significa el madero de la Cruz y el peso de nuestros pecados que sobre sí tomó el Redentor del mundo. El altar y el ara consagrada representa el calvario y la piedra en que se fijó la cruz. Los corporales y palia, el sudario y sábana santa en que fue envuelto el cuerpo del Señor. El cáliz, el sepulcro, y la patena, la losa con que este se cerró. La hostia y vino representan el cuerpo y sangre adorables, en que se han de convertir con la consagración.
El color de las sagradas vestiduras varía conforme al carácter y espíritu de la fiesta.


(1) El manípulo es probablemente el ornamento que tiene el origen más bello de todos. Los primeros sacerdotes se conmovían tanto durante el sacrificio de la Misa que lloraban de emoción durante la celebración. Por eso optaban por llevar una tela sobre el brazo para secar sus lágrimas.
Hoy tiene la forma de una estola pequeña y se sujeta en el brazo izquierdo sobre la manga del alba. Simboliza el cuidado en las buenas obras y el desapego a las cosas terrenales.


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