viernes, 25 de diciembre de 2020

NATIVIDAD DEL SEÑOR



¡Felicidades, Jesús! La humanidad está hoy de gran fiesta universal, en memoria de tu llegada a este nuestro mundo, en la aurora de nuestra salvación.
Te invito a celebrarlo en mi casa, que es la tuya. Ven a mi vida: quiero ser todo tuyo, y quiero que acampes en mí y nunca me dejes.
Hoy y siempre quiero estar a tu lado, con María, con José, con los ángeles y entre los pastores más sencillos de la humanidad. Para los grandes de ayer y de hoy había y hay cosas más importantes que Tú, el Dios con nosotros. Para los pequeños te has hecho un pequeño, y todos los pequeños del mundo celebramos hoy tu nacimiento: la Navidad.
Es Patrimonio de toda la humanidad, de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. 

lunes, 21 de diciembre de 2020

ABORTO (José María Zandueta)

Un solapado error. También la duda
oscurece la mente. En tu conciencia,
prendido el aguijón, clara advertencia,
“NO MATARÁS” es la verdad desnuda.

El alma languidece y está muda,
y el corazón sumido en la inconsciencia
no acierta a comprender la diferencia;
se empecina en el mal y en él se escuda.

Dicho el “no matarás”, nada hay más cierto
que la pura verdad, ni más vertientes,
que la que dicta un Juez, en claro exhorto.

Hay que execrar el fúnebre concierto,
la matanza de seres inocentes,
el auténtico crimen del aborto.

domingo, 20 de diciembre de 2020

ORACIÓN DE OFRENDA

Te ofrecemos nuestras manos, que sirvan para servirte y que trabajen para hacer de este mundo tu Reino.
Te ofrecemos nuestras alegrías, nuestros miedos y tristezas, pues sabemos que en tus manos se llenarán de paz.
Te ofrecemos nuestro tiempo y nuestros movimientos, que siempre sean para amar y buscar la justicia.
Te ofrecemos nuestro Sí, como María, un sí a tus proyectos, un sí a tus sueños sobre mí. Hágase en mí según tu Palabra.
Te ofrecemos nuestro mundo, nuestros estudios, nuestro trabajo, que todo sea para que venga a nosotros tu Reino.
Te ofrecemos nuestro corazón, haz que palpite por tu amor y para amar a todos como nuestros hermanos.
Te ofrecemos nuestra pobreza, nuestra debilidad, nuestras limitaciones. Sabemos que para Ti nada es imposible, que todo lo haces nuevo y bueno.

REZA Y ENCONTRARÁS SENTIDO (Bartolomé Martos)

Si te sientes solo, si crees que la vida no tiene sentido, que esto es un caos, reza. Hay Alguien ahí que da un sentido a todo lo que ocurre. Esa es mi recomendación para orar. No hace falta recitar oraciones determinadas, porque corremos el riesgo de hacerlo mecánicamente, sin sentir lo que decimos. Reza de la manera que te resulte más sencillo, más acorde a lo que sientes.
Aparte de ese diálogo natural mi oración favorita es el Padrenuestro. En ella se recoge una serie de conceptos básicos que, si los dices de forma consciente, te hablan de la fe, de quién es Dios, del agradecimiento y de algo que me parece vital, como es el perdón, un principio básico de ética que todos deberíamos aplicar en nuestra vida diaria con más frecuencia. 

sábado, 19 de diciembre de 2020

ESTAMPA ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 



BLANCA NAVIDAD

Oh, blanca Navidad, sueño,
y con la nieve alrededor,
blanca es mi quimera,
y es mensajera de paz y de puro amor.

Oh, blanca Navidad, nieve,
un blanco sueño y un cantar.
Recordar tu infancia podrás,
al llegar la blanca Navidad.
 

jueves, 17 de diciembre de 2020

NUEVA RUTA

Marchitos ya mis sueños triunfadores
y perdida la ingenua luz del alba,
por los anchos senderos retadores
la vida toma un sesgo gris y malva.
Con ademán estoico mi cansancio
-cansancio que es común a tantos pechos-,
aceptando su tono seco y rancio
se sumerge en el caos de los hechos.
Y perdido el ensueño migratorio,
en las cosas humildes y sencillas,
encuentro ruta, norte y promontorio.
Y en estos nuevos mares -ya sin quillas-,
vas buscando en su oleaje transitorio
la nueva meta de celestes villas.

lunes, 14 de diciembre de 2020

LAS TOSTADAS QUEMADAS


Una noche mi madre preparó la cena después de un duro día de trabajo. Puso un plato de huevos, ensalada y tostadas quemadas delante de mi padre.
Inmediatamente me di cuenta de las tostadas quemadas y estaba esperando a ver si se iba a molestar por eso, pero mi padre se las empezó a comer, sonriendo, y me preguntó cómo había pasado el día en la escuela... Mi madre se disculpó con mi padre por las tostadas quemadas. Nunca olvidaré su respuesta a ella: "¡Cariño, me encantan las tostadas quemadas!".
Más tarde, cuando me fui a la cama y mi padre se acercó a darme un beso de buenas noches, le pregunté si realmente le gustaban las tostadas quemadas. Me abrazó y dijo: "Tu madre ha tenido un día difícil y está muy cansada. Hizo todo lo posible para prepararnos una buena comida, ¿por qué culparla y lastimarla? Las tostadas quemadas nunca lastimaron a nadie, ¡pero las palabras pueden ser muy dolorosas!

Tenemos que saber apreciar lo que los demás hacen por nosotros, aunque no sea perfecto, porque lo que cuenta es la intención de hacerlo bien... y nadie es perfecto.

LA VIDA (Tito Suárez)

Primero la niñez dulce y serena
sin inquietud ni pena,
resbalando entre juegos y sonrisas;
¡puro y naciente albor, fresco capullo,
indescifrable arrullo
de hojas y ramas, pájaros y brisas!
Feliz, después, la juventud despierta
como la flor abierta.
Y perfuma de amor los corazones:
¡Ardiente claridad, fijo deseo,
misterioso aleteo
de sueños, de esperanzas, de ilusiones.
Luego la vejez, triste y sombría
como nublado día.

domingo, 13 de diciembre de 2020

ORACIÓN A SANTA LUCÍA

Oh bienaventurada y amable virgen santa Lucía, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como especial y poderosa abogada de la vista, llenos de confianza a ti acudimos; pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y le demos el uso para la salvación de nuestra alma, sin turbar jamás nuestra mente en espectáculos peligrosos. Y que todo lo que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada día más a Nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien por tu intercesión, oh protectora nuestra, esperamos ver y amar eternamente en la patria celestial. Amén.
 



sábado, 12 de diciembre de 2020

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA NIÑA (3)

 
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo presentes a Jesús. Por el amor y complacencia con que te aceptó cuando a la temprana edad de tres años te consagraste a Él, suplícale acepte el mío e imprima en él las virtudes que le faltan, para que, a imitación del Tuyo, le sea agradable.
Enséñame a despreciar las honras vanas del mundo; haz que siempre sea mi único anhelo crecer en el amor de Dios, cumpliendo siempre su Divina Voluntad.
Te presento también los corazones de los que no te conocen y no pueden amarte. Oh Virgen Niña, atráelos con tus inspiraciones para que, amándote todos como hijos, vayamos a cantar las glorias y magnificencias de tu Hijo Jesús Nuestro Señor en el Cielo. Amén.

Rezar ahora con piedad y atención las Tres Avemarías.

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

 




miércoles, 9 de diciembre de 2020

BELLA REFLEXIÓN

Una mujer que se llevaba muy mal con su esposo sufrió un paro cardíaco. Casi a punto de morir, un ángel se presentó ante ella para decirle que ante la evaluación de su vida, sus malas acciones y sus errores no podría entrar al Reino de los cielos. Entonces le propuso a la mujer permitirle estar en la tierra unos días más hasta lograr cumplir con las buenas acciones que le faltaban para poder entrar al Reino de los cielos. La mujer, sin dudarlo ni un instante, aceptó el trato. En el matrimonio no se dirigían la palabra hacía bastante tiempo porque estaban peleados. Ella pensó: "Me conviene hacer las paces con mi esposo, está durmiendo en el sofá, ya hace tiempo que dejé de cocinarle, él ahora está planchando su camisa para ir a trabajar. Esta tarde lo esperaré con una sorpresa". 
Cuando el hombre salió de la casa, ella empezó a lavar y planchar toda la ropa de él. Preparó una rica comida, puso flores en la mesa con unas velas, y un cartel en el sofá que decía: “Creo que puedes estar más cómodo durmiendo en la cama que fue nuestra, esa cama donde el amor concibió a nuestros hijos, donde tantas noches los abrazos cubrieron nuestros temores y sentimos la protección y la compañía el uno del otro. Ese amor, aún con vida, nos espera en esa cama. Si puedes perdonar todos mis errores, allí nos encontraremos. Tu esposa". 
Cuando apenas terminó de escribir el último renglón “Si puedes perdonar todos mis errores” pensó: "¿Me estoy volviendo loca?, ¿yo voy a pedirle perdón cuando fue él quién empezó a venir enojado de la calle cuando lo echaron de la fábrica y no conseguía trabajo? Era yo quién tenía que arreglarme con los pocos ahorros que teníamos, y todavía tenía que soportar su enojo. Fue él quién empezó a beber, aplastado en el sillón, exigiendo silencio a los niños que solo querían jugar. Él empezó a gritarme cuando yo le decía que así no podíamos seguir. Él lo arruinó todo, ¿y ahora yo tengo que pedirle perdón?". Enfurecida, rompió la carta, y en ese momento escuchó la voz del ángel que le dijo: “Recuerda que solo tienes una oportunidad para cambiar tus acciones y así alcanzar el Reino de los cielos, de lo contrario no podrás entrar en él”. 
La mujer, muy angustiada, se preguntó a sí misma: "¿Que hice? Me estaba por ir al infierno por no querer cambiar. Decidida, tomó la iniciativa de cambiar. Entonces rehízo la carta y esta vez, reconociendo sus errores, agregó aún más palabras cariñosas en la carta. Puso: "Mi amor, no supe comprender nada de todo lo que hiciste por nosotros, no supe ver tu preocupación al quedarte sin empleo después de tantos años con un salario seguro en la fábrica. Mi amor, debiste sentir miedo. Ahora recuerdo cuántas cosas querías hacer al llegar el día en que te jubilaras. Pude haberte impulsado a que las hicieras en lugar de obligarte a aceptar estar todo el día sentado en ese taxi. . Ahora recuerdo aquella noche de locura cuando rompí esas cartas de amor que habías escrito para mí, y prendí fuego a todas las telas de los cuadros que pintaste. En ese momento me enfurecía verte encerrado en el cuarto gastando dinero en pinturas, o sentado en ese escritorio escribiendo cartas para mí porque no tenías nada para hacer. Debí haberte impulsado a vender los cuadros, Eran realmente hermosos. Perdón mi amor, estaba tan encerrada en mí misma, y solo pensaba en mí, Yo también me sentía segura con el salario de la fábrica y no supe ver tu dolor y tu miedo al perder tu trabajo. Por favor, perdóname, mi amor. Te prometo que de hoy en adelante voy a valorarte y todo será diferente. Te lo prometo. Tu esposa, que tanto te ama". 
Cuando el marido llegó del trabajo, al abrir la puerta, notó algo distinto, el olor a comida, las velas en la mesa, su música favorita sonando suavemente y la carta en el sofá. Cuando la mujer salió de la cocina con la fuente en sus manos, lo encontró tirado en el sillón llorando como un niño. Ella dejó la fuente sobre la mesa y corrió a abrazarlo, Y no necesitaron decirse nada, lloraron juntos, y él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama. Ahí se reconciliaron y se trataron con el amor y con la misma pasión que el primer día. Luego comieron la exquisita comida que ella había preparado, y mientras cenaban juntos se reían mucho mientras recordaban anécdotas graciosas de los niños, y hasta reían y reían por cualquier tontería. Ya el clima era totalmente diferente. Luego él la ayudó a limpiar la mesa como siempre lo hacía, y mientras ella lavaba los platos, vio por la ventana de la cocina que en el jardín estaba el ángel; entonces ella, preocupada, salió llorando y le dijo al ángel: "¡Por favor, ángel, no me lleves todavía! Por favor, intercede por mí, no quiero irme todavía, amo a este hombre y necesito un tiempo más para poder demostrárselo e impulsarlo a que pinte nuevos cuadros, quiero tratar de reconstruir esas cartas que solo para mí y con tanto amor me había escrito. Quiero mimarlo y demostrarle que lo amo, y siento que aún no he podido demostrárselo. Te prometo que en poco tiempo podré demostrarles que puedo ser diferente y tener buenas acciones y así hacer feliz a mi esposo y a mis hijos, y podré hacer que en mi hogar halla paz y alegría... Entonces ahí sí ya me podré ir contigo al Reino de los cielos. Te lo ruego, por favor". Pedía la mujer desesperada.
El ángel le respondió sonriendo: "Ya no tengo que llevarte a ningún lado mujer, porque ya estás en el Reino de los cielos. Recuerda que el infierno era donde has vivido tanto tiempo con rencor y con odio y nunca olvides que el Reino de los cielos siempre está al alcance de tu mano. Solo depende de dónde quieras habitar cada día". 
La mujer oyó la voz de su marido que desde la cocina le gritaba: “Mi amor, hace frío y es tarde, ven a acostarte a mí lado que mañana será otro día”. Entonces ella pensó: "Es verdad. Gracias, Dios. Gracias, Señor, porque mañana será otro día…". 

La Biblia dice: "La mujer sabia edifica su casa, mas la necia, con sus manos, la derriba (Prov.: 14:1).

POEMA DE SAN JOSÉ (Lidia Leal)

No soy digno de entrar en su hogar,
ni mucho menos de llegarle a amar.
Soy un pobre carpintero,
sin tesoros ni dinero;
mi cetro, un burdo madero,
y mi trono, un butacón.

¿Qué riquezas he de darles?
¿Bajo qué techo guardarles
cuando el frío invierno, al llegar,
venga dispuesto a quedarse?
Solo soy un trabajador
con manos de leñador,
que convierte en herramientas.

Pero, ¿cómo he de decir?
¿Con el mismo Dios vivir?
¿Quién soy yo para abrazarle
o decir que soy su padre?
¿Quién soy yo?

No me ha llamado el Señor
por tener fama o dinero.
Me ha escogido, aunque soy
solo un simple carpintero. 

martes, 8 de diciembre de 2020

ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Santísima Virgen, yo creo y confieso que eres Santa e Inmaculada Concepción pura y sin mancha. ¡Oh Purísima Virgen!, por tu pureza virginal y tu gloriosa cualidad de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo, de alma, de espíritu y de mente, una santa perseverancia en el bien, el don de oración, una buena vida y una santa muerte. Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA NIÑA (2)


Hermosa y dulce Niña María, que a temprana edad aceptaste ser la Madre de Nuestro Señor y así has llegado a ser también la soberana Reina de los ángeles y la amantísima Madre de los hombres, a quienes nos cobijas bajo tu manto y nos proteges de todo mal y peligro. Bendita Niña María, flor con dulzura ambrosíaca, belleza inmaculada, inocencia consumada, pureza virginal:
Por las innumerables gracias que durante toda mi vida me has concedido, escucha hoy benevolente las humildes súplicas que a tus pies deposito con toda mi fe, porque mis esperanzas están puestas en Ti, por todas las necesidades que sufro y especialmente en la situación que me atribula actualmente.

(Hacer una súplica)

¡Oh santa Niña María! que habitas en mi corazón, por todas las gracias, méritos y privilegios que únicamente a Ti te han sido concedidos, apiádate de mi y muestra tu compasión, porque es inagotable la fuente de favores y bienes que continuamente dispensas a tus devotos hijos y porque tu poder es ilimitado sobre el Corazón paternal de Dios.
Por la profusión de gracias que te ha dado Dios omnipotente, ¡oh Niña celestial!, desde el primer instante de tu Inmaculada Concepción, atiende mi oración y alabaré para siempre tu bondad. Amén.

ORACIÓN DE SANACIÓN (5)

Señor, no quiero tener el mismo destino que tienen las ramas que se desprenden de un árbol: terminan secas y sin frutos.
Ayúdame a sentir la fuerza de tu amor, a estar abierto a tu Palabra, pues Tú eres un Dios de vivos y no de muertos.
En este mundo todos estamos de paso, así que mi esperanza la centro en tus promesas de vida. No quiero nada que me haga desviar de esta meta. Confío en tu compañía. Amén.

MEDITACIÓN INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA (Padre Damián Ramírez Lozano)

lunes, 30 de noviembre de 2020

INVÓCALE (José María Zandueta Munárriz)

Todo esfuerzo es inútil sin la ayuda 
del Padre omnipotente, 
que escucha complacido tu oración. 
Confía en Él; preséntale tu duda, 
pídele humildemente 
que inunde con su luz tu corazón. 

Él conoce tus penas, Él bien sabe 
lo que tú necesitas 
cuando ruge el ciclón, la tempestad. 
Ofrécele el gobierno de tu nave, 
preséntale tus cuitas, 
hágase, di, su santa voluntad. 

Invócale con fe y perseverancia, 
pídele con dulzura 
que alivie tu tristeza y tu dolor. 
Él te dará su luz en abundancia 
y por añadidura 
la inefable caricia de su amor.

viernes, 27 de noviembre de 2020

QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON

¡Qué alegría cuando me dijeron
"Vamos a la casa del Señor"!
Ya  están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta;
allá suben las tribus,
las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén,
vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad.

Por mis hermanos y compañeros
Voy a decir "la paz contigo".
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

 

QUIERO IR A TI, JESÚS (Julia Estevan Echeverría)

Quiero ir a Ti, Jesús. Desorientada
te busco sin cesar en todas partes.
Sé que estás en mi alma y en mi vida,
pero no sé encontrarte.

Sé que pasas a veces por mi lado
y que me llamas con mirada triste.
Sé que vas por caminos luminosos,
pero no sé seguirte.

Sé que hay huellas de clavos en tus manos
y señales de espinas en tu frente.
Tantas veces he visto tu figura
y aún no sé conocerte.

Señor, voy entre sombras
sin una luz que oriente mi camino.
... Y, sin embargo, el corazón me dice
que mientras yo te busco estás conmigo.



HISTORIA Y VÍDEO DE LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

La historia comienza la noche entre el 18 y 19 de julio de 1830. Un niño (puede que su ángel de la guarda) despertó a la Hermana (ahora santa) Catalina Labouré, una novicia en la comunidad de las Hijas de la Caridad en París, y le pidió que fuese a la capilla. Allí Catalina se encontró con la Virgen María y conversó con ella por varias horas. Durante la conversación María le dijo: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.

María le dio esta misión en una visión mientras meditaba la noche del 27 de noviembre de 1830. Catalina vio a María parada en lo que parecía ser medio globo y sosteniendo una esfera dorada en sus manos como si estuviera ofreciéndola al cielo. Nuestra Señora le explicó que la esfera representaba al mundo, pero especialmente a Francia. "Haz acuñar una medalla según este modelo. Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”

Los tiempos eran difíciles en Francia, especialmente para los pobres que estaban desempleados y para los refugiados de las diversas guerras de ese tiempo. Este país fue el primero en experimentar muchos de estos problemas, los cuales finalmente alcanzaron otras partes del mundo e incluso siguen presentes hoy día. De los anillos en los dedos de María, mientras sostenía la esfera, salían muchos rayos de luz. María explicó que los rayos simbolizan las gracias que ella obtiene para aquellos que las pidan. Sin embargo, algunas de las joyas en los anillos estaban apagadas. María explicó que los rayos y las gracias estaban disponibles, pero nadie las había pedido.

En la tercera aparición, la visión cambió para mostrar a Nuestra Señora parada sobre un globo con sus brazos extendidos y con los rayos de luz todavía saliendo de sus dedos. Dando forma a la figura había una inscripción: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”.

María le pidió a Catalina: "Haz acuñar una medalla según este modelo. Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”.




miércoles, 25 de noviembre de 2020

EL EXAMEN DE LOS PECADOS DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET

El alma debe evitar todos los pecados veniales, especialmente los que abren camino al pecado grave. Oh alma mía, no basta desear firmemente, antes sufrir la muerte que cometer un pecado grave. Es necesario tener resolución semejante en relación al pecado venial. Quien no encuentra en sí esta voluntad no puede sentirse seguro. No hay nada que nos pueda dar tal certeza de salvación eterna que una preocupación constante en evitar el pecado venial, por insignificante que sea, y un celo decidido y general, que alcance todas las prácticas de la vida espiritual, celo en la oración y en las relaciones con Dios, celo en la mortificación y en la negación de los apetitos, celo en obedecer y en renunciar a la propia voluntad, celo en el amor de Dios y del prójimo. Para alcanzar este celo y conservarlo, debemos querer firmemente evitar siempre los pecados veniales, especialmente los siguientes:
1. El pecado de dar entrada en el corazón, cualquier sospecha no razonable u opinión injusta respecto al prójimo.
2. El pecado de iniciar una conversación sobre los defectos del otro o de faltar a la caridad de cualquier otra manera, aunque sea levemente.
3. El pecado de omitir, por pereza, nuestras prácticas espirituales o de cumplirlas con negligencia voluntaria.
4. El pecado de mantener un afecto desordenado por alguien.
5. El pecado de tener demasiada autoestima por sí mismo o de demostrar satisfacción vana por cosas que nos dicen al respecto.
6. El pecado de recibir los Santos Sacramentos de forma descuidada, con distracciones y otras irreverencias y sin preparación seria.
7. Impaciencia, resentimiento, rechazo en aceptar decepciones como venidas de la mano de Dios, porque esto pone obstáculos en los caminos de los decretos y disposiciones de la divina Providencia, en cuanto a nosotros.
8. El pecado de proporcionarnos una ocasión que pueda, aunque remotamente, manchar una condición inmaculada de la santa pureza.
9. El pecado de esconder a propósito nuestras malas inclinaciones, flaquezas y mortificaciones autoimpuestas, de quien debería saber de ellas, queriendo seguir el camino de la virtud, de acuerdo con los caprichos individuales y no según la dirección de la obediencia. (Nota: Se habla aquí de situaciones en que encontramos consejo digno, si lo buscamos, pero nosotros, a pesar de eso, preferimos seguir nuestras propias luces, no obstante flojas).

lunes, 23 de noviembre de 2020

ORACIÓN A SAN JOSÉ (55)



San José, tú has sido el árbol bendecido por Dios, no para dar fruto, sino para dar sombra; sombra protectora de María, tu esposa; sombra de Jesús, que te llamó padre y al que te entregaste del todo.
Tu vida, tejida de trabajo y de silencio, me enseña a ser eficaz en todas las situaciones; me enseña, sobre todo, a esperar en la oscuridad, firme en la fe.
Siete dolores y siete gozos resumen tu existencia: fueron los gozos de Jesús y de María, expresión de tu donación sin límites.
Que tu ejemplo me acompañe en todo momento: florecer donde la voluntad del Padre me ha plantado..., saber esperar, entregarme sin reservas hasta que la tristeza y el gozo de los demás sean mi tristeza y mi gozo. Amén.

San José, así como protegiste a María Santísima y a Jesús, haz lo mismo con mi familia, que no nos falte el trabajo y el amor que entregaste a la Sagrada Familia. Sé siempre nuestro ejemplo y amparo en todas las dificultades.
Te lo pido por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


ORACIÓN DE SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT

Salve, San José, hombre justo, la sabiduría está contigo, bendito es Jesús, el fruto de María, tu fiel esposa. San José, digno protector de Jesucristo, alcánzanos de Dios la Divina Misericordia, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

¿DE QUÉ COLOR SON LAS ESTRELLAS? (Tito Suárez)

- ¿Sabéis de qué color son las estrellas?
dice la niña con su voz rosa, fragante, trémula.
Giran las constelaciones
en la oscura noche inmensa.
- Hija mía, es tu pregunta
flor de luz en la tiniebla.
Me mira la madre. Yo
devuelvo el mirar en ellas.
Sonreímos sin decirnos nada. La niña recela,
mariposa de misterio
que en nuestro silencio vuela.
Con tozudez de oleaje,
con terquedad de marea,
multiplicada de espumas
en la cita de la arena,
la niña viene y se va
y vuelve por su respuesta
y como un columpio loco
nos avisa y nos desvela:
- ¡Que me digáis el color,
el color de las estrellas!
- Hija, no tienen ninguno.
- Tienen el color que quieras:
amarillo, verde, blanco,
carmín, naranja, violeta...
Hoy el color de tus sueños;
mañana, el de tus tristezas. 

AÚN PUEDO, HIJO

Llévame a la calle, hijo, que aún tengo buenas piernas,
a caminar sin rumbo fijo contigo no me sentiré vieja.

Invítame a tu casa, hijo, el domingo en la mañana,
a compartir tu buena mesa y sentirme acompañada.

Háblame con cariño, hijo, no me retes ni te alteres,
los viejos somos como niños, nos gusta que nos mimen, nos sonrían sin desaire.

Festeja mis ocurrencias, no critiques mis locuras,
trataré de ser valiente aunque surjan amarguras.

No me alejes de tu lado, no me hables con regaño,
tengo aún mi mente clara, los recuerdos son de antaño.

Ven a verme cada tanto, que yo no te pediré nada,
solamente tu presencia para contemplar tu cara.

No me dejes triste y sola, no me metas en la cama,
los doctores se equivocan, el dolor está en el alma.

lunes, 16 de noviembre de 2020

BENDITA ERES, MARÍA (Emma-Margarita R.A.-Valdés)


Bendita eres, María,
la criatura electa,
remanso de agua clara, milagrosa,
inmaculada vía,
la niña predilecta,
la joven inocente y amorosa.
Nítida lozanía
de la mujer dilecta,
sumisa esclava, reina dadivosa,
Madre de la Alegría,
Casa de oro, perfecta,
el Arca de la Alianza, prodigiosa.
Te rindes al Amado
como Eva salvadora
reservando sin mancha tu virtud.
Su Verbo has encarnado,
piadosa servidora,
con su sombra triunfal nació la Luz.
En tu jardín cercado
surge la Nueva Aurora,
luminaria de Vida en plenitud.
Al mundo has liberado
por ser corredentora
unida a su martirio y a su Cruz.
Te elogian en el cielo.
"La bienaventurada"
te llaman todas las generaciones.
Escancias el consuelo,
Señora consagrada,
mediadora de gracias y de dones.
Eres guía y modelo,
amada y venerada,
refugio de dolientes corazones.
El mimoso desvelo
de tu vida abnegada
es bálsamo en efluvio de oraciones. 

LA PERLA (Tito Suárez)

¡Qué perla conozco!
¡Qué perla más fina!
Si mercader fuese,
por ella daría
el oro de Ofir,
la plata de India.
Mas ya que no soy
mercader, daría
mis bellos ensueños,
mi voz y mi guitarra;
daría mi sangre,
daría mi vida.
Si comprarla puedo,
llevaré esa insignia,
mas no sobre el brazo
como una malilla,
sino sobre el pecho
cual ramo de mirra.
¡Oh, quién me lo abriera
cual concha marina
para cerrar dentro,
como en una arquilla,
la perla sin precio
de la Eucaristía.

EXAMEN DE CONCIENCIA DE MIS RELACIONES...

 


sábado, 14 de noviembre de 2020

LO SABÍA (José María Zandueta)

Lo sabía, lo sabía
y estaba bien convencido,
que al punto de haber nacido
la muerte nos desafía.
Nuestro afán de cada día
es el saberlo asumir,
porque es muy grato vivir
y la vida nos demuestra
que la postura más diestra
es prepararse a morir.

lunes, 9 de noviembre de 2020

UNA CASITA BLANCA (Roberto Carlos)

 

Una casita blanca en la montaña
y yo te la regalo si me acompañas
por un camino verde que llega al cielo,
por entre nubes blancas de terciopelo.
Una casita blanca en donde vivas
todas las cosas lindas que hay en la vida,
para que cuando sueñes, sueñes bonito,
para que tú me quieras en infinito.
Una casita blanca, amor,
que está vacía,
que no es un sueño loco, no,
ni es fantasía.
Que si tú crees en ella,
que si tú vienes,
verás que esa casita
mi amor la tiene.
Una casita blanca como un pañuelo,
con un jardín de flores de caramelos,
para que endulcen siempre tus ilusiones
y almibaran en ellas los corazones.
Una casita blanca que en las mañanas
canten los pajaritos en tu ventana,
para que nos amemos de enero a enero,
para que siempre sepas cuánto te quiero.
Una casita blanca, amor,
que esta vacía,
que no es un sueño loco, no,
ni es fantasía.
Que si tú crees en ella,
que si tú vienes,
verás que esa casita
mi amor la tiene.
 

ORACIÓN DE PERDÓN A MÍ MISMO

Mi amado Jesús, he venido hasta Ti en este momento porque sé que solo Tú me puedes ayudar, quiero contarte ahora lo que hay en mi corazón.
Sé que Tú me puedes llenar de bendición, por eso te entrego todo lo que soy, toma mi vida, toma el desierto de mi vida y hazlo florecer.
Tú me has dicho que no me vas a abandonar y yo confío en esa palabra, creo en ella, creo que es una promesa de amor.
Quiero pedirte perdón por mis pecados. Derrama tu Sangre bendita sobre mí. Perdóname, Señor mío, por todo aquello que no he hecho bien, por todo el mal que he hecho queriendo hacer el bien. No he actuado como corresponde. Reconozco mis faltas; muchas veces, a diario, me olvido de Ti; me he olvidado de tu amor, de tu misericordia, por las veces que he transformado mi vida el algo sin norte, sin rumbo.
Muchas veces he creído en cosas fuera de Ti y no en tu amor sincero. Por eso, Padre mío, a Ti que me amas incondicionalmente, te pido perdón por mis pecados, por conservar también rencor en mi corazón, por no perdonarme a mí mismo el daño que he causado, por las veces que he creído en supersticiones, en esoterismos y cosas sin sentido que me han alejado de tu bondad.
Rompe, Señor, con todas esas cadenas que me han atado a vivir una vida llena de dolor y sufrimiento. A veces pienso que es tan grave mi falta que no soy digno de tu perdón; por ello te ruego, te imploro, te suplico, que siembres en mi alma la humildad, el amor, la confianza para poder perdonarme esas heridas que me dejaron los vacíos de no tenerte y de apartarte de mí.
Te pido perdón, Jesús mío, por todas las faltas cometidas contra mis hermanos, he caído en las habladurías y he hablado mal de ellos, he actuado mal y no he sabido vivir el servicio de la generosidad, solidaridad y amabilidad con ellos, he actuado cegado por la rabia, por la ira. Perdón, Señor, perdón.
Perdóname por los momentos en que he querido lanzar la toalla, que no he valorado que soy hechura tuya. Perdóname cuando he gritado al mundo entero que no puedo más, que ya no puedo seguir. Perdóname por los momentos en que no me he valorado, en que he pensado que de nada sirvo en este mundo. Quiero sentir que limpias mi corazón, que me liberas.
Quiero saber que Tú estás conmigo y que toda frustración y todo deseo de miseria que habita en mí quede destruido por el poder de tu Cruz. 
Solo Tú, Señor, me das vida en abundancia; por eso me retiro confiado de saberme perdonado, sano y liberado por tu amor. Lléname de tu fuerza de ahora en adelante, necesito siempre de tu amor, de tu perdón, de tu alegría para vivir.
Quiero sentir tu presencia, tu paz, tu gozo en cada circunstancia de mi vida. Lléname de tu poder, lléname de fortaleza y, sobre todo, envíame tu Espíritu Santo, el gran Consolador, para que guíe mis pasos y pueda caminar hacia Ti, sintiéndome perdonado y amado por Ti.
Me perdono por tu amor y tu bondad, me perdono por tu Cruz y por tu Palabra que todo lo sana y todo lo renueva. Amén.

EL AGUA DE LA FUENTE (Tito Suárez)


El agua de la fuente cristalina
que corre en la quebrada rumorosa
y siembra su canción por la colina
lleva el mensaje de la noche hermosa.

Con su sonido plañidero y puro,
y el perfume del viento almidonado,
nos expresa en lenguaje ya maduro
el canto del monte enamorado.

Y surge del acento misterioso,
de su voz, de su luz, de su frescura,
el más sereno, puro y hondo gozo.

El corazón transido y temeroso
vive en la carne de la imagen pura,
incapaz de captar tanta hermosura.

viernes, 6 de noviembre de 2020

BUENOS DÍAS, SAN JOSÉ

Venga tu Esposa y tu Niño,
yo te hablo con cariño.
Si me quieres escuchar,
este favor que te pido
me lo tienes que otorgar.
Que en el cielo me des gloria,
en la tierra me des paz
y en el culto me des gusto
que es lo que quiero lograr.
Ruega por nosotros, San José,
que tu amor queremos conquistar.

San José, Padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.

QUERIDO SAN JOSÉ

 


ORACIÓN A SAN JOSÉ POR LAS FAMILIAS

Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas, te ruego protejas a la mía.
Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses, ruega al Señor que bendiga nuestra casa, otorga la paz a la familia y acierto a los hijos en la elección de estado.
Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.



A MI MAMÁ (A. de la Vega)



MI CASITA DE PAPEL

Encima las montañas tengo un nido
que nunca ha visto nadie cómo es.
Está tan cerca el cielo que parece
que ha sido construido dentro de él.
Encima las montañas viviremos
el día que tú aprendas a querer,
y así podrás saber cómo es el cielo
viviendo en mi casita de papel.
¡Qué felices seremos los dos
y qué dulces los besos serán!
Pasaremos la noche en la luna
viviendo en mi casita de papel.
¡Qué felices seremos los dos
y qué dulces los besos serán!
Pasaremos la noche en la luna
viviendo en mi casita de papel.







JESÚS, EN TI CONFÍO

Señor, Tú eres mi fuerza cuando estoy débil, Tú eres mi refugio seguro en medio de la tempestad, Tú eres mi riqueza cuando veo mi pobreza, Tú eres mi luz en medio de mis tinieblas, Tú eres el agua viva en mi desierto.

jueves, 5 de noviembre de 2020

NO SABE QUÉ ES AMOR QUIEN NO TE AMA (Félix Lope de Vega)

No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello;
tu cabeza es de oro y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.

Tu boca como lirio que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello.
Tu mano el torno, y su palma el sello,
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Ay Dios!, ¿en qué pensé, cuando dejando
tanta belleza, y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré que, una hora amando,
venza los años que pasé fingiendo.