¡Buenos días!
Amanece un nuevo domingo y el Señor nos invita a pasar por una puerta que lleva a la vida y que siendo estrecha es fácil de pasar con su ayuda.
Pide hoy confiar en Él y no tener miedo de ser humilde, servidor, pacífico, veraz… todo lo bueno que Él nos enseña.
Ahí está la vida y la salvación eterna.
¡Dios te bendiga!
Lectura del santo evangelio según San Lucas 13, 22-30
En Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén. Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
"Señor, ábrenos". Pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».
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