domingo, 4 de febrero de 2024

ORACIÓN A SANTA CATALINA DE RICCI


Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor de Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, imitando la caridad de santa Catalina de Ricci, podamos estar entre los elegidos de tu Reino.


Obediente religiosa santa Catalina de Ricci, desde la plenitud en el cielo donde eternamente moras, te suplico oigas esta oración; te pido intercedas por toda la humanidad, especialmente por aquellas personas que a través de tu mediación ponen ciegamente su fe en el Creador buscando alcanzar sus favores. ¿A dónde iran mis oraciones si no veo en ellas tu santa mediación?

Santa Catalina de Ricci, mira mis tribulaciones y peligros a los que vivo expuesto en este mundo donde la desesperanza, el temor y los miedos dominan mis sentidos y me someten dejándome indefenso; no sólo te ruego sino que te invito hagas parte en mi vida, ven cerca de mí, expulsa de mi vida todo lo que me oprime e impide tu bendición; ¿acaso no eres un camino para llegar a ver el cielo?, ¿acaso no gozas del poder celestial por ser santa y obediente?

Bendita santa Catalina de Ricci, intercede por mí, mira el mundo actual que se debate entre el placer desordenado, la desobediencia, la enfermedad y la corrupción, lleva a las manos del Padre esta oración suplicando para que la destrucción y la desgracia cesen, para que mi conversión sea pronta y para que el egoísmo no me esclavice mas.

Poderosa santa Catalina de Ricci, te presento a mis seres queridos, mi trabajo, mis deberes, mi salud y todos mis bienes materiales para que por bendición de tus manos e intercesión tuya todo esto me sea conservado y sirvan a los intereses de muchos; toma posesión además de mi espiritualidad para que me enseñes a amar a Dios y esperar solo en Él; pido tu intercesión ante el cielo, gloriosa santa Catalina de Ricci.

Gracias, santa Catalina, por tantos favores recibidos, porque desde el cielo aún sufres por nosotros los que estamos en peregrinación y con la esperanza de llegar; dame hoy tu bendición, dame también la bendición que por tu cercanía al Padre puedes lograr; ¿acaso tu obediencia no hará que el padre escuche tus súplicas?

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

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