lunes, 13 de mayo de 2024

MEDITACIÓN LUNES VII DE PASCUA B - NTRA. SRA. DE FÁTIMA (P. Damián Ramírez)


Texto del Evangelio (Jn 16, 29-33): En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios». Jesús les respondió: «¿Ahora creéis? Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo». 

















Tercer día del Triduo a la Virgen de Fátima


ORACIÓN PREPARATORIA: Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de Misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de tu Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz. Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos por las bondades de tu amantísimo Corazón, venimos a tus pies para rendirte el tributo de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente tu mensaje de amor, y la que te pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Así sea. (Pidamos la gracia que deseemos obtener por intercesión de la Virgen).

ORACIÓN DE ESTE DÍA: Santísima Virgen María, vaso insigne de devoción, que te apareciste en Fátima llevando en tus manos el Santo Rosario, y que insistentemente repetías: “Oren, oren mucho”, para alejar por medio de la oración los males que nos amenazan. Concédenos el don y el espíritu de oración, la gracia de ser fieles en el cumplimiento del gran precepto de orar, haciéndolo todos los días, para así poder observar bien los santos mandamientos, vencer las tentaciones y llegar al conocimiento y amor de Jesucristo en esta vida, y a la unión feliz con Él en la otra. Amén.

ORACIÓN FINAL: Oh, Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección nos mereció el premio de la salvación eterna. Te suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del Santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



Día 13: María, Madre, cuando Jesús expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo más que fijarse en ti: enséñame a ser limpio de corazón. Te ofrezco: no admitir hoy pensamientos malos de los demás.





No hay comentarios:

Publicar un comentario