Oh Dios, que quisiste que el beato Alberto se destacara en su vida humilde por su celo de la verdad y por su apostolado de caridad, concédenos seguir de tal modo su ejemplo que también nosotros podamos obtener el premio que él ha recibido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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