martes, 14 de abril de 2020

EPIGRAMAS DE ANTONIO DE GIRONELLA

Murió la mujer de Antón
y al cementerio llevada
de una zarza a la punzada
resucitó de rondón.
Algunos años después
volvió a fallecer de veras,
y por las sendas primeras
la llevaron al ciprés.
Mas el marido puntual
en precaver otro acaso,
exclamó al ver el mal paso:
-¡Cuidado con el zarzal!

------------------------------

A un avaro oí decir
compungido en un sermón:
-El cura tiene razón,
la limosna es escalón
que al cielo me hará subir;
pues con sincera afición
desde hoy la voy a pedir.

------------------------------

¿Cuáles son para comer
siempre las horas más sanas?
Preguntóle al doctor, Juan.
Y dijo el sabio: -Ha de ser
para el rico, cuando hay ganas;
para el pobre, cuando hay qué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario