de la virgen sin par Margarita,
que perfuma el altar del Señor.
Blanca flor de radiante hermosura,
la belleza del ángel copió
y fue su alma tan casta y tan pura
que a su Esposo Jesús cautivó.
De su edad en la aurora florida
bebió un cáliz de acíbar y hiel,
y ofreciendo a Jesús alma y vida
en la Cruz se desposa con Él.
Se entregó jubilosa al martirio
cual si fuera su fiesta nupcial,
empuñando en sus manos el lirio
y blandiendo la palma triunfal.
Y fue en pos de su amante divino
por la senda real de la Cruz
y hoy nos muestra el dichoso camino
que nos marca su esposo Jesús.
bebió un cáliz de acíbar y hiel,
y ofreciendo a Jesús alma y vida
en la Cruz se desposa con Él.
Se entregó jubilosa al martirio
cual si fuera su fiesta nupcial,
empuñando en sus manos el lirio
y blandiendo la palma triunfal.
Y fue en pos de su amante divino
por la senda real de la Cruz
y hoy nos muestra el dichoso camino
que nos marca su esposo Jesús.
Margarita, de Dios dulce amante,
y de Cristo Jesús virgen fiel,
haz que el amor de Jesús me levante
y que goce en la gloria con Él.
y de Cristo Jesús virgen fiel,
haz que el amor de Jesús me levante
y que goce en la gloria con Él.
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