Oh, Santo Padre Pío de Pietrelcina, tú que fuiste uno de los escogidos por Dios llevando impresas las llagas de nuestro Señor Jesucristo en tu propio cuerpo, motivo por el cual te catalogaron como el fraile estigmatizado, atiende nuestras súplicas e intercede por nuestros ante nuestro creador.
Tú que con amor te preocupaste por los enfermos, lograste atraer a los pecadores ayudándolos a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón, y fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, escucha la voz de mi oración y ruega por mí en esta causa desesperada.
A ti, San Pío de Pietrelcina, Dios te concedió el gran privilegio de participar, de forma noble y admirable, en la Pasión de su propio hijo; por ende, acudo a ti con la intención de que puedas interceder por mi causa ante el Señor, para que me conceda la gracia de (realizar la petición).
Te pido, oh bendito Padre Pío, ten piedad de mí y ayúdame a conseguir esto que tanto necesito para alcanzar un estado de tranquilidad, el cual no he podido conocer desde que algunos inconvenientes han llegado a mi vida.
Que llegue a mí un milagro bendito que me permita salir de la angustia, y que sea esa solución que hasta el momento había considerado imposible; necesito de tu ayuda para poder superar este difícil momento por el que estoy atravesando en mi vida, en el cual mis esfuerzos parecen ser en vano y la debilidad se apodera de todo mi ser.
Recurro a ti en busca de refugio y protección, poniendo toda mi fe en tu ayuda para tener lo que tanto ansía mi corazón, si Dios lo considera apropiado, haciéndose su voluntad, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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