Llena mi vida de paz, también sé mi guía en todo tiempo, no apartes tu mirada de mí, para poder lograr lo que quiero.
Fortalece mi corazón y lléname de amor cada día, te lo suplico.
Virgen de la Caridad del Cobre, eres mi gloriosa Virgen Bendita, en Ti dejaré mi vida, desde ahora y para siempre.
Por tanto en tu nombre clamo, para que seas Tú quien me bendiga.
Aclara mi mente, sácame de la duda y la maldad, no apartes tu poder de mi lado, en este momento te invoco, bondadosa Virgen de la Caridad del Cobre.
Así como estuviste con tu Hijo, también quiero que estés conmigo, de tal manera a Ti clamaré, de tarde y mañana.
Haz en mí tu poderoso milagro, además ten misericordia de mí, líbrame de los peligros y las hazañas del mundo, para así tener una nueva vida, ya que es tu amor y bondad muy grande.
Eres mi Reina y Madre de mi Señor, te lo pido, ten misericordia de mi vida y sálvame del opresor de maldad.
En Ti busco refugio, sin duda eres poderosa, has hecho muchos milagros, ahora quiero que cumplas el mío, es mi fe y esperanza en este momento, la cual me sostiene a tu mano.
Oh mi Virgen de la Caridad del cobre, en Ti espero desde ahora, ilumíname y sé la Estrella desde el cielo, por siempre serás bendita.
Y solo en ti confiaré, eres bondadosa y llena de misericordia, sobre todo a los que clamamos con fe.
A estos sus milagros son cumplidos por medio de Ti, además eres de espíritu grande, aléjame de la maldad de las personas.
Quiero que sea tu fuerza quien pueda ayudarme en este momento, tal como lo has hecho con tu hijos, ya que das consuelo a los afligidos, así como también renuevas ánimos.
Mi Venerada Virgen de la Caridad del Cobre, a Ti alzaré mis manos al cielo, también haré cantos en tu nombre, seré por siempre devota de Ti.
Te ruego, cumple mi milagro, este que hoy con fe estoy haciendo, permite que sea un milagro efectivo, desde luego son tus maravillas llenas de gracia.
Eres humilde de corazón, y esperanza, asimismo te lo pido grandemente, ya que eres Tú mi Madre, la Salvadora de todos.
Ten tus oídos atentos a mis ruegos, oh madre mía. Ruego no me desampares, socórreme en cada instante, apiádate de mí en este momento, mi fe y devoción están contigo.
Obra grandemente en esta petición, no te olvides de mí; desde el cielo manda ángeles a mi alrededor, también lléname de paz y tranquilidad.
Concede esta petición, te lo suplico (hacer la petición).
Amén.
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