Marcos Criado nació en Andújar en 1522, a cuyo convento de trinitarios acudía con asiduidad. Al morir su madre, la Virgen le comunicó en sueños que debía entrar en la orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos (trinitarios), a lo que él accedió. Tras varios destinos en conventos de Jaén, fue enviado a evangelizar a los numerosos moriscos que habitaban en la zona de La Alpujarra. Su misión, llevar la palabra de Dios con el espíritu trinitario que “nunca es la espada sino la palabra y la fe”. Aún así, en numerosas ocasiones sufrió todo tipo de ataques violentos: apaleado, atado a un árbol durante días, amarrado a la cola de un caballo y arrastrado por los caminos... En 1568 hubo un gran levantamiento de los moriscos que mataron al párroco de La Peza. Marcos ocupó su lugar y al año siguiente fue apresado, apaleado y atado a una encina boca abajo. Al cabo de un día entero seguía cantando salmos y de perdón, por lo que lo apedrearon. A los tres días, para confirmar su muerte, le sacaron el corazón.
Según cuenta la tradición, de su corazón salió un resplandor y en él se veía escrito el anagrama del nombre de Jesús (IHS). Ante este prodigio los moriscos retrocedieron. Era el año 1569, fr. Marcos Criado tenía 47 años de edad y 33 de profesión religiosa, pronto se hicieron eco de su martirio los mejores predicadores de la época, se escribieron relatos que alentaran a otros en sus virtudes y se extendió su fama de santidad.
El papa León XIII lo beatificó el 24 de julio de 1899.
No hay comentarios:
Publicar un comentario