San Luis, rey de Francia, el Señor te dio autoridad y mano gentil que no mermaron en ti el poder en los momentos de prueba. Defensor de la cruz y del Santo sepulcro de Jerusalén, enviaste custodios que guardaran la tierra de Cristo. San Luis, intercede por los reyes, gobernantes y poderosos de este mundo, a fin de que imitándote en vida, no busquen los tesoros de esta tierra que llevan a la corrupción y a la pobreza de los pueblos sino los bienes del Cielo que traen a las naciones prosperidad y la paz del alma. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario