Luisa adrede me mojó
y yo comencé a enojarme,
mas ella por aplacarme
cual quise me acarició.
No le debió de pesar
el desquite a lo que entiendo,
pues siempre me anda diciendo:
-Pepe, te vuelvo a mojar.
y yo comencé a enojarme,
mas ella por aplacarme
cual quise me acarició.
No le debió de pesar
el desquite a lo que entiendo,
pues siempre me anda diciendo:
-Pepe, te vuelvo a mojar.
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