Santa Agustina, que en los hogares y en el mundo reine la paz que es don de Dios, que haya unidad en el amor a Él, que haya respeto y caridad hacia todos porque todos somos hijos de un mismo Padre.
Tú que estás en su Presencia intercede por nosotros: por nuestra salud del alma y del cuerpo especialmente, pero también todo cuanto aflige a las personas cada día. Que experimentemos la presencia y compañía del Señor que camina a nuestro lado dándonos amor y misericordia; que corrijamos nuestros pecados con humildad y pidamos siempre perdón por nuestras faltas; que quienes están lejos se acerquen a Él; que las almas tibias se vuelvan fervorosas y que poco a poco desaparezcan tantas cosas malas, como la violencia que aflige a este pobre mundo en el que vivimos.
Gracias a ti, santa Agustina, que entregaste tu vida por otros, y gracias a la Virgen Santísima y a los santos, y a los Ángeles por interceder por nosotros y alcanzarnos las gracias divinas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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