jueves, 14 de noviembre de 2024

JUEVES XXXII T.O. B



Buenos días. El evangelio nos avisa de que tengamos cuidado, porque el Reino de Dios no aparece de forma aparatosa, y nos dejamos llevar de tantas cosas que no son de Dios. Tengamos cuidado, porque seguir a Jesús significa cargar con nuestra cruz y amarla con la ayuda de Dios. Seamos buenos y pidamos fe a Dios.



Texto del Evangelio (Lc 17, 20-25): En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros». Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: ‘Vedlo aquí, vedlo allá’. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación». 




“El reino de Dios está en medio de vosotros” (Lc 17, 20-25)

Señor Jesús, una jornada más me detengo, respiro profundamente, silencio lo que ocupa y leo tu evangelio. Y una vez más me dices que el reino de Dios está en medio de nosotros, que ya es, que ya está, que ya se ve en el cotidiano vivir. Haz que vea y sea reino de Dios. Haz que viva de tal manera que el reino esté hoy aquí.

Señor Jesús, haz que me ponga en el lugar de los otros, haz que sienta lo que ellos sienten, hazme compasivo y misericordioso, hazme sensible a los caminos y a las heridas de los otros. Haz que sirva sin condiciones. Haz que a todos regale mi saludo de paz y bien, haz que en mí te encuentren.

Señor Jesús, cuida de mí. Que no quiera hacer reino por mi cuenta, solitariamente, sin contar con los demás, sin hacer comunidad. Que no hable de tu reino como si de mi reino se tratase. Que me deje hacer por Ti para que el reino esté entre nosotros. Que entienda en profundidad que el reino es un modo de vivir aquí, ahora, con los que me rodean. Que no olvide jamás que la única ley en él es la del amor y la del servir sin condiciones. 

Así te lo pido. Así sea.








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