Arrodillada a tus plantas, a Ti, portento de bondad, te pido para los míos, casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, llévalos por el buen camino, que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.
Virgen María de la Divina Providencia, Tú eres toda mi esperanza, Tú eres el consuelo mío en lo que mi mente alcanza, en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío.
Virgen clementísima, Virgen de gracia llena, tu Divina Providencia se extiende a cada momento, por ello, con esperanza te pido: bendícenos, ayúdanos en nuestras dificultades, socórrenos en nuestras necesidades para que nunca nos falte casa, vestido y sustento.
Que por Jesús, así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario