Gloriosas santa Flora y María, a vosotras acudimos, llenos de confianza en vuestra intercesión. Nos sentimos atraídos con una especial devoción y sabemos que nuestras súplicas serán más agradables a Dios nuestro Señor. Vuestra caridad, reflejo admirable de la de Dios, os inclina a socorrer toda miseria, a consolar toda pena y a complacer todo deseo y necesidad, si ello ha de ser en provecho de nuestras almas. Mirad, pues, nuestras miserias y penas, nuestros trabajos y necesidades, nuestros buenos deseos, y alcanzadnos que cada día aseguremos más nuestra eterna salvación con la práctica de las buenas obras y la imitación de vuestras virtudes. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario