miércoles, 20 de noviembre de 2024

MIÉRCOLES XXXIII T.O. B


Buenos días. ¿Quien queremos que reine en nuestra vida? ¿El egoísmo? ¿O la generosidad? Hoy el evangelio nos presenta lo que el hombre puede hacer de bueno cuando con lo que Dios le regala lo pone al servicio de los demás y cómo se multiplican los dones, pero quien se los guarda no avanza. Pidamos al Señor que podamos poner todo lo que somos siempre al servicio de los demás. Seamos buenos y confiemos siempre en Dios.



Texto del Evangelio (Lc 19, 11-28): En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ese reine sobre nosotros’. Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’. Dijo a este: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste’. Le dice: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses’. Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas’. Le dijeron: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’».

Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.




"Al que tiene se le dará" (Lc 19, 11-28)

Señor Jesús, siempre que escucho estas palabras tuyas pienso si seré de los que tienen o de los que no tienen. Pero rápidamente echo un vistazo a mi historia y a mi vida entera y no tengo más que agradecerte tanto bien recibido.

Señor Jesús, gracias por todo cuanto soy, siento, creo y tengo. Gracias por la fe regalada que me has dado y que ando intentando descubrir y vivir cada día un poco más. Gracias por mi vocación a la vida y por mi pasión por tu Reino. Gracias por cuidar cada día de mí y por estar siempre esperándome.

Señor Jesús, hoy te pido que yo sea de los que tienen y lo ponen todo a disposición de todos. Que sea de los que viven comprometidos con las causas justas y entregado a todo lo que restituya dignidades y haga más feliz y digna a la gente. Que no deje nunca, por dejadez o comodidad, de multiplicar lo que de Ti recibo y de dividirlo para que llegue cada vez a más personas.

Así te lo pido. Así sea.





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