domingo, 21 de diciembre de 2025

DOMINGO 4º DE ADVIENTO A

 

Buenos días. Feliz domingo, día del Señor resucitado. Hoy nos preparamos para el acontecimiento que cambió la historia. Y el personaje principal que nos presenta el evangelio es José, hombre bueno y prudente, escogido por Dios para ser el padre de Jesús, el Hijo de Dios. Por eso, José le pondrá el nombre, que significa la aceptación de este hijo como legítimo. Así, Jesús (Dios salva), es introducido en el mundo. El Enmanuel ha llegado al mundo y será el hijo de David, el Mesías prometido, y es la fe y acogida de José, la que hace posible la promesa del Salvador. También a nosotros se nos manifiesta Dios a través de personas, acontecimientos (buenos y malos) y nos habla. ¿Acogeremos su plan de salvación en nuestra vida, como José, o decidiremos repudiarlo? Seamos buenos y confiemos en Dios, que es el Rey de la Gloria que quiere entrar en nuestra historia.





Señor Dios, en este cuarto domingo de Adviento nos acercamos al misterio de tu Encarnación. Tú elegiste a María, humilde sierva, para ser Madre de tu Hijo y a José, hombre justo, para custodiar con fe y silencio tu promesa. Concédenos abrir nuestro corazón como ellos, acoger tu Palabra con confianza y esperar con alegría la venida de Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros. Haz que nuestra vida sea signo de esperanza, que nuestras familias reflejen tu amor y que nuestra comunidad se convierta en testimonio vivo de tu presencia que salva y transforma. Ven, Señor Jesús y llena con tu luz nuestras tinieblas.  Así te lo pido. Así sea.

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