viernes, 12 de diciembre de 2025

VIERNES 2º DE ADVIENTO A - BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE


Buenos días. Es viernes y las lecturas nos ayudan a mirar cómo convertir nuestro corazón. Por eso, el profeta Isaías advierte del peligro de no seguir los mandatos del Señor, porque si los obedeciésemos nuestra vida sería más fácil. Pero el hombre es duro de cabeza y de corazón y lo refleja en el evangelio Mateo, explicando que esta generación no quiere escuchar a Dios, ni escucharon la llamada a la penitencia de Juan, ni quieren escuchar la alegría del Evangelio que trae Jesús. ¿Y nosotros? ¿Escuchamos y obedecemos los mandatos y la novedad del Evangelio? Seamos buenos y confiemos en Dios, que protege el camino de los justos. 



1ª Lectura (Is 48, 17-19): Esto dice el Señor, tu libertador, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el camino a seguir. Si hubieras atendido a mis mandatos, tu bienestar sería como un río, tu justicia como las olas del mar, tu descendencia como la arena, como sus granos, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido aniquilado, ni eliminado de mi presencia».


Salmo responsorial: 1

R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche.

Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin.

No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal.


Versículo antes del Evangelio: Aleluya. El Señor vendrá, salidle al encuentro; Él es el príncipe de la paz. Aleluya.



Texto del Evangelio (Mt 11, 16-19): En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: «¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no os habéis lamentado’. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Demonio tiene’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras».





Señor, te doy gracias por todas las personas que hoy se encontrarán conmigo, cada una con su forma de pensar, sentir y actuar; todas están creadas a imagen y semejanza tuya, de todas puedo aprender algo bueno, todas me pueden enriquecer.

En el fondo, todas son un regalo tuyo. Sin embargo, a veces estoy cerrado, agrando los defectos de las personas para no aprender de nadie, para no cambiar. Unas me parecen demasiado estrictas, otras muy permisivas, algunas poco modernas, otras demasiado.

Señor, ayúdame a descubrir el don de todas las personas, a comprender y seguir el mensaje que Tú me ofreces a través de cada una. Conviérteme, para que también yo sea regalo tuyo para los demás. 

Así te lo pido. Así sea.








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