Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Salmo
Salmo 97, 1-4 R/. Cantad al Señor un cántico nuevo.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él hemos heredado también, los que ya estábamos destinados por decisión del que lo hace todo según su voluntad, para que seamos alabanza de su gloria quienes antes esperábamos en el Mesías.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
Y el ángel se retiró.
Metidos de lleno en este tiempo de Adviento, hoy marcado por una nota de color, contemplamos a nuestra Madre, a la Virgen; ella como nadie es la que le da sentido y significado a este tiempo de Esperanza.
Acabamos de escuchar el diálogo mantenido entre Dios y María... un diálogo marcado:
+ Por el saludo y el miedo.
+ Por la promesa de Dios y la objeción de María.
+ Y finalmente por la unión de la voluntad de Dios y la voluntad de María.
Dios quiso que su Hijo viniera a compartir con nosotros nuestra historia, para lo cual buscó la colaboración de María y ella le abrió la puerta y no rompió nunca ese diálogo entre Dios y ella.
Fue inmaculada (sin pecado) porque nunca dijo a Dios que NO. María fue todo un SÍ a Dios.
Ante un mundo excesivamente picante y egoísta, María nos hace entender que es posible pensar en limpio, es posible creer en el amor sin farsa, es posible creer en Dios sin exigir nada a cambio, es posible mirar sin desear con segundas o terceras intenciones, es posible fiarse sin dudar.
María es el mejor espejo en el que nos podemos mirar para reparar nuestro hoy y buscar un mañana mejor.
María:
- Porque fuiste bendecida con toda la perfecciónl, te admiramos.
- Porque fuiste colmada y llena de toda gracia, te queremos y ensalzamos.
- Porque fuiste llena del Espiritu Santo te reverenciamos y te decimos hoy en tu día: Felicidades Madre, Gracias Madre.


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