Inicio de la Novena a San José obrero
San José, hombre justo y obediente, alegre y cumplidor de la voluntad de Dios, al casarte con la Virgen María, al nombrar a Jesús, al pastorear a la Sagrada Familia a través de su peregrinación de Egipto y llevarlos a salvo a Nazaret y darles allí sustento y protección, te hace digno de un verdadero padre e hijo de Dios, un hombre trabajador y de gran valor. Te ruego que, siguiendo tu ejemplo, sea también yo un pilar para mi familia y un buen trabajador.
Oración inicial
Oh glorioso San José, modelo de todos aquellos que se dedican al trabajo, consígueme la gracia de trabajar con conciencia poniendo el llamado del deber sobre mis inclinaciones naturales, trabajar con gratitud y gozo, en un espíritu de penitencia para la remisión de mis pecados, considerando que es un honor emplear y desarrollar mediante el trabajo los dones recibidos de Dios, para trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin tener jamás que retroceder ante el cansancio y las dificultades, trabajar sobre todo con pureza de intención y desapego de mí mismo, teniendo siempre a la muerte ante mis ojos, y la cuenta que yo debo rendir del tiempo perdido, de los talentos desperdiciados, del bien omitido, de la vana complacencia en el éxito, tan fatal para la obra de Dios.
Todo por Jesús, todo a través de María, todo según tu ejemplo.
Oh Patriarca, San José, esta será mi consigna en la vida y en la muerte. Amén. (Oración compuesta por el Papa San Pío X).
Oración por la pureza
Oh guardián de las Vírgenes y Santo Padre San José, en cuya fiel custodia se confió a Cristo Jesús, a la inocencia misma, y a María, Virgen de las vírgenes, te ruego y te suplico por estas queridas promesas, Jesús y María, que siendo preservado de toda inmundicia, pueda yo, con la mente inmaculada, el corazón puro y el cuerpo casto, servir siempre a Jesús y a María castamente, todos los días de mi vida. Amén.
Oración de la Novena a San José obrero
¡Oh, bienaventurado San José, padre de tierno corazón, fiel guardián de Jesús, esposo casto de la Madre de Dios, oramos y te suplicamos que ofrezcas a Dios Padre, a su Hijo divino, bañado en sangre en la cruz por los pecadores, y a través del tres veces santo Nombre de Jesús, para que nos alcances del Padre Eterno los favores que te imploramos.
(Eleva aquí tu intención)
Oh, glorioso San José, apacienta la ira divina tan justamente inflamada por nuestros crímenes, implora la misericordia de Jesús por tus hijos.
En medio de los esplendores de la eternidad, no olvides los dolores de los que sufren, los que oran, los que lloran; detén el brazo todopoderoso que nos castiga, que por tu intercesión, el Corazón de Jesús se compadezca y nos perdone. Amén.
San José, ruega por nosotros.
Oración a San José obrero en un problema difícil
Oh glorioso San José, tú que tienes el poder de hacer posible incluso las cosas que son consideradas imposibles, Ven a nuestra ayuda en nuestra presente angustia y angustia. Toma este asunto importante y difícil bajo tu particular protección, para que pueda terminar felizmente.
Oh querido San José, Toda nuestra confianza está en ti. No se diga que te invocaremos en vano; Y puesto que eres tan poderoso con Jesús y María, demuestra que tu bondad es igual a tu poder. Amén.
San José, amigo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
(Repetir estas oraciones durante nueve días).
No hay comentarios:
Publicar un comentario