¡Oh glorioso santo que por vuestras virtudes fuisteis elevado a la dignidad de cortesano del cielo, y a quien el Señor eligió por mi protector y abogado! pedid a Dios que yo os imite en el exacto cumplimiento de los deberes de cristiano, para que de este modo no deshonre vuestro nombre, antes logre la dicha de ser compañero vuestro en la morada celestial. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario