viernes, 31 de agosto de 2018
jueves, 30 de agosto de 2018
lunes, 20 de agosto de 2018
EL RELIGIOSO DE PERPIÑÁN
En un convento de Perpiñán había un religioso de gran virtud. Una noche le asaltó el príncipe de las tinieblas con todo el furor de que es capaz este espíritu inmundo, del cual la Santa Iglesia ruega al señor libre a sus hijos. El combate se prolongó por toda la noche, dando inquietudes mortales a aquel casto religioso que resistió al enemigo con todas sus fuerzas, sin poder impedirle que volviese al instante a la carga. Así permaneció hasta romper el día, en que con la ayuda de la gracia logró poner en huida al tentador.
Habiéndole ofrecido aquel día salir a la ciudad con el prior del convento, vio venir hacia él un hombre de un aspecto venerable, que le dijo:
- Padre, ¿por qué no se acordó usted de San José en los combates y asaltos tan multiplicados que padeció la noche pasada? ¿Por qué no llamó usted en su ayuda?
El religioso, admirado de que conociesen tan perfectamente lo que había pasado en el secreto de su alma, se turbó al principio, después quiso responder; pero el que le había preguntado desapareció, quedando él persuadido de que aquel personaje no era otro que el glorioso San José, que quiere que le invoquen y pongan en él su confianza, sobre todo en ocasiones peligrosas para aquella virtud de que él fue tan amante.
María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Dios te salve, José, lleno eres de gracias, el Señor es contigo; bendito eres entre todos los hombres; y bendito es Jesús, fruto del vientre de tu esposa. San José, padre nutricio de Jesús y esposo de la bienaventurada Virgen María, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
ORACIÓN PARA AYUDAR A UN ESPÍRITU ERRANTE
Ante la aparición de un fantasma que no ha encontrado el camino para dejar este plano, debemos rezar para ayudarle con esta oración:
Amado Dios, amados Ángeles, mirad con amor y afecto por esta pobre alma atada a la tierra que debería proseguir ya su camino. Rodeadla de amor y comprensión. Llevadla a donde tenga que ir. Llevadla desde el plano de esta tierra hasta el ámbito de consciencia en que debería hallarse. Que vuestro amor la envuelva por su bien.
(Retener la intención de la plegaria por espacio de hasta 30 minutos. El agua bendita y el incienso purificante son muy útiles).
ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS POR LA ELECCIÓN Y SANTIFICACIÓN DEL CLERO
¡Oh Jesús, Pastor eterno de las almas, oye nuestra plegaria por nuestros sacerdotes y escucha en ella tu mismo infinito deseo! ¿No son los sacerdotes tu más tierno y delicado anhelo y el profundo amor en que se resumen todos tus amores por las almas? Confesamos, en verdad, habernos hecho indignos de tener santos sacerdotes; pero tu misericordia es infinitamente más grande que nuestra torpeza y malicia.
¡Oh Jesús, haz que asciendan a tu sacerdocio solamente los que son llamados por Ti; alumbra a los Pastores en la elección, a los directores espirituales en el consejo y a los educadores en el cultivo de las vocaciones. Danos sacerdotes que sean ángeles en la pureza, perfectísimos en la humildad, serafines en santo amor y héroes en sacrificio, apóstoles de tu gloria y salvadores y santificadores de las almas. Ten piedad de tantos ignorantes para quienes deben ser luz, de tantos hijos del trabajo que esperan quien los redima en tu nombre, preservándolos de los engaños; de tantos niños y de tantos jóvenes que buscan quien los salve y los conduzca a Ti, de tantos que padecen y necesitan un corazón que los consuele en el tuyo. ¡Cuántas almas llegarían a la perfección por el ministerio de santos sacerdotes!
¡Ea, pues, oh Jesús! Ten compasión una vez más de las turbas que padecen hambre y sed. Haz que tu sacerdocio lleve a Ti a toda esa humanidad doliente para que, otra vez sea por él renovada la tierra, exaltada tu Iglesia y establecido en la paz el reino de tu Corazón.
Virgen inmaculada, Madre del eterno Sacerdote, y tú misma sacerdote y altar, que tuviste por primer hijo de adopción a Juan, el sacerdote predilecto de Jesús, y que en el Cenáculo te sentaste como maestra y reina de los Apóstoles, dígnate poner en tus santísimos labios nuestra humilde oración, haz tú misma resonar sus ecos en el Corazón de tu divino Hijo, y con tu omnipotencia suplicante alcanza para la Iglesia de tu Jesús una perenne renovación de Pentecostés. Así sea.
ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA COMIDA
Gracias te damos por todos tus beneficios, oh Dios omnipotente, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
R) El Señor nos dé su paz y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN AL OFRECER AGUA BENDITA
Haec aqua benedicta sit nobis salus et vita.
Que esta agua sea para nosotros salud y vida.
Que esta agua sea para nosotros salud y vida.
YO CONFIESO
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
sábado, 18 de agosto de 2018
MEDIOS PARA ADQUIRIR LA PACIENCIA SEGÚN SAN ANTONIO MARÍA CLARET
¡Cristiano! En este valle de lágrimas y penas eres un desterrado; y he aquí porque la paciencia te es tan esencial como el pan de que te alimentas. ¿La quieres de veras? Yo te la prometo, sin temor de que me desmientas, con tal de que practiques los avisos siguientes:
1º. Estando enfadado, calla. Ninguna acción has de hacer, ni proferir palabra arrebatado de ira, porque después no solo te pesaría de lo dicho o hecho, sino que quizás serían ya irremediables los males que con tus arrebatos hubieses causado.
2º. Acuérdate de que si Dios te hubiera quitado la vida cuando pecaste la primera vez, ahora arderías ya en los infiernos, padeciendo allí mucho más que ahora aquí; y si te dieran a escoger entre lo que ahora padeces y lo que allí padecieras, ¿no preferirías esto a lo del infierno? Pues entonces hazte cargo de que Dios te conmuta en estas penas las que allí debías padecer. ¿Y no las sufrirás?...
3º. Levanta tu consideración al cielo y mira cuánta es la gloria que allí te aguarda, si sufres con paciencia: no pueden compararse las penas de esta vida con la gloria y galardón que por ellas te dará Dios después. Y haz de saber que, como dice san Gregorio, nadie puede llegar a los grandes premios del cielo sino por el camino de grandes trabajos; y estos trabajos han de sufrirse con paciencia y en gracia, de lo contrario de nada sirven para ir al cielo.
4º. Piensa que nadie será coronado de gloria sin haber sufrido con paciencia y gracia; de suerte, que san Juan vio que todos los santos del cielo llevaban palmas, que son el símbolo del martirio o paciencia con que habían sufrido las penas de esta vida. Lee la vida de los santos y santas, las de Jesús y María, y verás con qué paciencia sufrieron las calumnias, persecuciones, privaciones y toda clase de tormentos, a pesar de ser inocentes; y tú, miserable pecador, que tantos años hace que deberías arder en los infiernos, ¿no sufrirás?
5º. ¿No bastan estos ejemplos para aquietarte? Pues voy a poner otro delante de tus ojos que creo te moverá: ven conmigo, vamos al Calvario... ¿Ves aquellos dos que están al lado de Jesús? Pues son dos ladrones: ambos padecen una misma clase de penas, ambos están allí ajusticiados; pero ¡qué fin tan distinto el de entrambos! El uno pasa del suplicio al paraíso, y el otro de la cruz al infierno. ¿Y por qué? Porque este se desespera impaciente, al paso que el otro sufre su condena con paciencia. Entiende, pues, que todos los hombres llevan su cruz en este mundo; pero con esta diferencia, que el que la lleva con paciencia, gracia y humildad, persuadido de que por sus pecados merece aquello y mucho más, irá al cielo con el buen ladrón; mas el que la lleva rabiando, blasfemando y desesperado, irá con el mal ladrón a rabiar por una eternidad a los infiernos.
6º. La virtud de la paciencia la alcanzamos pidiéndola con humildad a Jesús y a María santísima, rezándoles a este fin todos los días por la mañana un Padrenuestro y tres Avemarías. En los trabajos dirás con frecuencia: "Jesús mío, asistidme. Virgen santísima, ayudadme. Sea por amor de Dios, sea en descuento y satisfacción de mis pecados". A la noche examina si has faltado entre día, y si hallas haber faltado, di tantas Avemarías cuantas fueren las faltas.
ADVERTENCIA
Para que la paciencia sea fructuosa y meritoria, es indispensable sufrir las penas en estado de gracia; porque al que está en pecado mortal de nada le sirve para ganar el cielo el mucho sufrir con paciencia: solo sí le sirve para la tierra, quiero decir, para ganar bienes temporales. Y para que esto se entienda mejor, quiero valerme del mismo símil o ejemplo con que Jesucristo exhortó a sus discípulos a la paciencia, anunciándoles que mientras vivan en este mundo, serán como una mujer que está de parto, la cual en el acto del alumbramiento padece, es verdad, dolores intensos; pero después los da por bien empleados con el gozo que le causa el ver que ha dado al mundo un hermoso niño. En efecto: los verdaderos cristianos mientras están en este mundo, son como madres que están de parto: les dan mucho que sufrir las penas y trabajos inseparables de este valle de lágrimas, y les causan alguna tristeza; pero al fin de la vida se alegrarán al ver que han dado a luz tan grandes y buenas obras para la patria celestial.
ORACIÓN A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
(Del "Libro árabe del Tránsito de la bienaventurada Virgen María")
"Oh, Madre mía, que la salvación sea contigo, y que tu bendición se extienda por todas las partes hacia donde se dirijan tus ojos; yo espero en tu oración y en tu intercesión; libra al mundo de sus pesas, y haz que los hombres entren en el camino de la justicia y de la verdad; que el amor de Dios no le falte a la raza de Adán, que el Señor creó con sus manos, y que el enemigo de los hombres sea alejado de ellos por efecto de la misericordia del Señor".
Y la bienaventurada María respondió: "Amén".
ORACIÓN DE SAN JOSÉ ANTE EL ANUNCIO DE SU MUERTE
(De la "Historia de José el Carpintero", capítulos XII y XIII)
Sucedió en fin que se aproximó el instante de la muerte del piadoso anciano José, y que llegó el momento en que debía dejar este mundo como los demás hombres que han vivido en esta tierra. Y, estando ya su cuerpo cerca de la destrucción, el ángel del Señor le anunció que la hora de su muerte estaba cercana. Entonces, el temor se apoderó de él, y su espíritu cayó en extrema turbación. Y se levantó y se fue a Jerusalén, y, entrando en el templo del Señor, oró ante el santuario diciendo:
"¡Oh, Dios, padre de todo consuelo, Dios de bondad, dueño de toda carne, Dios de mi alma, de mi espíritu y de mi cuerpo, yo te imploro, oh mi Señor y mi Dios! Si mis días se han cumplido y mi salida de este mundo está próxima, envíame al poderoso Miguel, el príncipe de tus santos ángeles, para que esté cerca de mí, hasta que mi pobre alma salga de mi cuerpo miserable sin pena, ni dolor ni conmoción. Porque un gran espanto y una violenta tristeza se abaten, en el día de la muerte, sobre todos los cuerpos, sean de hombres o de mujeres o de animales de carga, bestias salvajes, reptiles o aves que vuelan por el cielo. Y sufren terror, miedo, angustia y fatiga en el momento en que sus almas abandonan sus cuerpos.
Ahora, ¡oh mi Dios y Señor!, que tu ángel preste su asistencia a mi alma y a mi cuerpo hasta que su separación se consume. Y que el rostro del ángel, designado para guardarme desde el día en que fui formado, no se aleje de mí, sino que vaya conmigo por el camino hasta que yo esté cerca de ti. Que su rostro esté para mí lleno de alegría y de benevolencia y que me acompañe en paz. No permitas, ¡oh Dios!, que los demonios se acerquen a mí sobre el camino que debe conducirme felizmente a ti. Y no permitas que los guardianes del paraíso me impidan entrar. No me expongas al oprobio desvelando mis faltas ante un tribunal terrible. Que los animales no se precipiten sobre mí. Que no se anegue mi alma en las olas del río de fuego que toda alma debe atravesar antes de percibir la gloria de tu divinidad. ¡Oh Dios!, juez equitativo, que juzgas a la humanidad con justicia y con rectitud, y que das a cada uno según sus obras, asísteme con tu misericordia e ilumina mi camino para que llegue hasta ti. Porque tú eres la fuente abundante de todos los bienes y de toda la gloria para la eternidad. Amén".
SALMO 150 (CANTO DE ALABANZA)
¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario, alabadle en su majestuoso firmamento.
Alabadle por sus hazañas, alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
Alabadle al son de las trompetas, alabadle con el salterio y la cítara.
Alabadle con tímpanos y danzas, alabadle con las cuerdas y la flauta.
Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos resonantes.
Todo cuanto respira alabe a Yavé. ¡Aleluya!
viernes, 17 de agosto de 2018
ORACIÓN DE JOSEFILLA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Ánimas benditas fieles que en el Purgatorio estáis, con tormentos muy crueles. El Señor que os redimió tenga pasión por sacaros, en la Gloria por sentaros, donde estéis en compañía de las santas y los santos, allí gozando de Dios en las alegrías y nosotros con nuestra vida vayamos a la otra. Amén.
ORACIÓN RUSA ANTIGUA
Como el árbol pierde sus hojas, así nuestra vida se dirige a su fin cada año.
La fiesta de la juventud se vuelve vacía. La luz de las alegrías se apaga.
La edad solitaria se acerca. Los amigos mueren. Los parientes parten.
¿Dónde están los afortunados y felices?
En silencio están las tumbas, pero las almas están en tus manos.
Uno siente las miradas amorosas que provienen del otro mundo.
Señor, sol brillante, reconforta e ilumina los hogares de los difuntos.
Señor, que los tiempos amargos de separación desaparezcan.
Concédenos un reencuentro feliz en el cielo.
¡Señor, ayúdanos a todos a ser uno contigo!
Señor, concédeles a aquellos que se han ido a dormir la limpieza del niño y el gozo de la juventud.
¡Y que su vida eterna sea una fiesta pascual! Amén.
AYÚDAME, PADRE
Ayúdame, Padre, y condúceme a tus pastos del descanso, donde corre el agua eterna y pura. Sé mi luz para mostrarme el camino. Contigo, a tu lado, caminaré. Contigo, iluminándome, hablaré.
YA NO TEMO, SEÑOR, LA TRISTEZA
Cristo está conmigo,
junto a mí va el Señor,
me acompaña siempre,
en mi vida ascendí.
Ya no temo, Señor, la tristeza,
ya no temo, Señor, la soledad,
porque eres, Señor, mi alegría,
tengo siempre tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche,
ya no temo, Señor, la oscuridad,
porque brilla tu luz en las sombras,
ya no hay noche, Tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los fracasos,
ya no temo, Señor, la ingratitud,
porque el triunfo, Señor, en la vida,
Tú lo tienes, Tú lo das.
Ya no temo, Señor, los abismos,
ya no temo, Señor, la inmensidad,
porque Tú eres, Señor, el camino
y la vida, la verdad.
Ya no temo, Señor, a la muerte,
ya no temo, Señor, la eternidad,
porque Tú estás allá esperando
que yo llegue hasta Ti.
Cristo está conmigo,
junto a mí va el Señor,
me acompaña siempre,
en mi vida ascendí.
junto a mí va el Señor,
me acompaña siempre,
en mi vida ascendí.
Ya no temo, Señor, la tristeza,
ya no temo, Señor, la soledad,
porque eres, Señor, mi alegría,
tengo siempre tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche,
ya no temo, Señor, la oscuridad,
porque brilla tu luz en las sombras,
ya no hay noche, Tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los fracasos,
ya no temo, Señor, la ingratitud,
porque el triunfo, Señor, en la vida,
Tú lo tienes, Tú lo das.
Ya no temo, Señor, los abismos,
ya no temo, Señor, la inmensidad,
porque Tú eres, Señor, el camino
y la vida, la verdad.
Ya no temo, Señor, a la muerte,
ya no temo, Señor, la eternidad,
porque Tú estás allá esperando
que yo llegue hasta Ti.
Cristo está conmigo,
junto a mí va el Señor,
me acompaña siempre,
en mi vida ascendí.
CINCO ENSEÑANZAS DE LA BIBLIA SOBRE EL ABORTO
1.- El plan de Dios comienza antes del nacimiento
La Biblia pinta un hermoso retrato del delicado trabajo de Dios en el vientre materno. Somos amados por Él, que tiene un plan para cada uno de nosotros incluso antes de nuestro nacimiento.
Uno de los muchos bellos retratos de esto en la Biblia es cuando Juan el Bautista "brincó dentro del vientre de su madre" apenas escuchó el saludo de María.
La Biblia da innumerables ejemplos del llamado único de Dios en la vida de una persona desde antes de su nacimiento.
"Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía" (Jeremías 1, 5).
2.- La vida comienza en la concepción
La Biblia alude a esto de muchas maneras. Una cita bíblica hace referencia al padre (no a la madre) siendo el que "da vida", lo que es una referencia directa al momento de la concepción siendo el comienzo de la vida y no el momento del nacimiento.
"Escucha a tu padre, al que te engendró, y cuando envejeciere tu madre no la desprecies" (Proverbios 23, 22).
3. El aborto es asesinato
El aborto causa dolor físico al niño no nacido y literalmente detiene un corazón que late. El fin de un latido marca una muerte. Si hay latido hay vida.
Incluso en la Biblia matar intencionadamente o involuntariamente a un "feto" (provocar un aborto) era una ofensa criminal. El el Antiguo Testamento causar la muerte o lastimar seriamente a una mujer embarazada o a un niño no nacido era castigable con la muerte.
"Si en riña de hombres golpeare uno a una mujer encinta haciéndola parir y el niño naciere sin más daño, será multado en la cantidad que el marido de la mujer pida y decidan los jueces; pero si resultare algún daño, entonces dará vida por vida" (Éxodo, 21, 22-23).
4.- Cada vida es preciosa para Dios
En algunos casos el aborto se convierte en un modo de reproducción selectiva. Ponemos fin a las vidas que no encajan con nuestras preferencias culturales. Por ejemplo, niños con síndrome de Down son abortados en tasas alarmantes.
La Biblia nos enseña que Dios valora la santidad y la belleza de cada vida humana y nosotros deberíamos hacer lo mismo.
"Porque tú formaste mis entrañas, tú me tejiste en el seno de mi madre. Te alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. ¡Admirables son tus obras! Del todo conoces mi alma" (Salmos 139, 13-14).
5.- Defender a los bebés no nacidos
Es nuestra total responsabilidad defender a los bebés no nacidos. El aborto no es un tema político, sino una atrocidad moral y nosotros deberíamos tomar acción para defender la causa del no nacido. Seremos responsables ante los ojos de Dios por lo que hicimos (o no hicimos) cuando tocaba defender los derechos del no nacido.
Cuando valoramos las vidas de los no nacidos valoramos la humanidad misma. Cuando permanecemos en silencio estamos abandonando una parte de nuestra propia humanidad en el proceso.
"Abre tu boca por el mudo y defiende al desvalido" (Proverbios 31, 8).
ORACIÓN POR LA VIDA. NO AL ABORTO
Mientras unos planean y celebran el crimen del aborto otros lloran por lo que anhelaban tener y no pueden.
Señor Jesús, llena los corazones de tu amor y misericordia a aquellas personas que celebran y están a favor del aborto, para que seas Tú a quien ellos tengan en su corazón y se retracten de ese asesino y catastrófico pensamiento.
También te pedimos que des consuelo a las familias que anhelan un bebé y no lo pueden concebir. Abrázalos con tu misericordia e infinita paz para que comprendan su destino.
ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO
Señor Jesús, me presento ante Ti tal como soy. Te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de ellos. En tu nombre perdono a todos los que me han ofendido. Renuncio al pecado, a Satanás, a los espíritus maléficos y a todas sus obras. Me entrego por completo a Ti con todo mi ser.
Señor Jesús, ahora y siempre te invito a entrar en mi vida y te acepto como mi Señor, Dios y Salvador. ¡Cúrame, cámbiame, fortaléceme, en cuerpo, alma y espíritu!
Ven, Señor Jesús, cúbreme con tu preciosa Sangre y lléname del Espíritu Santo.
Te amo y te alabo, Señor Jesús, y te doy gracias. Te seguiré cada día de mi vida.
María, Madre mía, Reina de los Ángeles y de todos los Santos, ayúdame y sé mi intercesora.
Amén.
ORACIÓN PARA PEDIR EL FIN DE LOS ABORTOS
Oh, Señor, que por intercesión de los Santos Mártires Inocentes, los líderes electos que gobiernan este mundo lleguen a reconocer la humanidad de cada niño en el vientre de su madre y promulguen leyes y políticas en su defensa. Te rogamos, Señor, que escuches nuestra oración.
Cuando veamos un alma que anuncia el aborto como un acto bueno sabremos que en ella reina el demonio y que está en peligro de muerte eterna. ¡Ay de nosotros si consentimos con ese miserable y mortal pecado! No osemos ocupar el lugar de Dios y no permitamos que ningún hombre lo haga. No seamos cómplices de este crimen maldito por culpa de nuestro silencio o de nuestra tibieza.
NINGÚN OBSTÁCULO, SEÑOR
Que ningún obstáculo me impida buscarte con todo el corazón.
Enséñame a ver en el otro su fragilidad, no para criticarla, sino para ofrecerle la mía y, juntos, buscarte, Señor.
CINCO RAZONES PARA ORAR POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO
1.- El sufrimiento es real
El sufrimiento en el purgatorio es comparado por los santos a ser quemados con fuego chispeante, e incluso no es del todo diferente al sufrimiento en el infierno.
Una de las fuentes primarias de sufrimiento es el hecho de que la salvación ha sido obtenida, y aún uno no puede disfrutar inmediatamente de los consuelos. Este retraso del placer de alcanzar el cielo lleva a una agonía espiritual.
Las almas del purgatorio están sufriendo de una manera muy real y muy dolorosa que no puede ser completamente comprendida. Tenemos la habilidad de ayudarlas y aliviarlas por medio de nuestras oraciones y acciones.
2.- Ellos son nuestra familia
Muchos de nosotros tenemos familiares que han muerto y que posiblemente estén en el purgatorio. Deberíamos estar orando por sus almas por el amor que les tenemos.
Pero además, las almas en el purgatorio son nuestros hermanos y hermanas espirituales.
Estamos emparentados por el bautismo de Cristo, y esta relación familiar debería llevarnos a actuar por ellos.
3.- Probablemente tú también llegarás allí
La mayoría de nosotros no somos lo suficientemente santos para librarnos del purgatorio y por tanto experimentaremos este fuego limpiador.
Si estuviésemos sufriendo intensamente nos gustaría que alguien nos ofreciera alivio. Orar por las Benditas Almas es una manera de cumplir con la ley que Cristo nos dio: hacer por los demás lo que nos gustaría que ellos hicieran por nosotros.
4. Te traerá alegría
Orar por las almas del purgatorio trae sus recompensas. Imaginemos la alegría de conocerlas en el Cielo y darnos cuenta que las ayudamos con nuestra humilde oración.
El pequeño sacrificio de tiempo que hacemos en esta vida valdrá la pena cuando veamos las caras de aquellos que se han beneficiado de nuestras oraciones.
5. No es tan difícil
Orar por las almas del purgatorio es tan sencillo que no tenemos excusa para no hacerlo. Una oración por las Santas Almas puede ser tan sencilla como la corta Requiem Aeternam:
"Otórgales Señor el descanso eterno y que brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén".
También podríamos añadir una breve monición a nuestra oración de bendición de los alimentos:
"Bendícenos, Señor, y estos tus dones... Y que las almas de los fieles que ya han partido, por medio de la misericordia de Dios, encuentren el descanso eterno".
Dos maneras efectivas de orar por las almas del purgatorio son rezar la coronilla de la Divina Misericordia por ellas y recordarlas durante las intenciones del Rosario.
La coronilla de la Divina Misericordia y el Rosario requieren comprometernos a dedicar unos 15 minutos. Incluso rezando estas poderosas oraciones una vez a la semana por las Benditas Almas del Purgatorio no es pedir mucho considerando el beneficio que traen a los miembros de nuestra familia espiritual.
Finalmente, uno puede ofrecer una Misa por estas pobres almas. Esta ofrenda misericordiosa es placentera para Dios y apenas una carga para nosotros.
Tenemos el poder de ayudar a nuestros amigos sufrientes y llevarles alivio. Hacer esto es un acto de misericordia y amor desinteresado. El sacrificio que requiere de nuestra parte es mínimo y aun así su recompensa es grande.
Si estuviésemos sufriendo intensamente nos gustaría que alguien nos ofreciera alivio. Orar por las Benditas Almas es una manera de cumplir con la ley que Cristo nos dio: hacer por los demás lo que nos gustaría que ellos hicieran por nosotros.
4. Te traerá alegría
Orar por las almas del purgatorio trae sus recompensas. Imaginemos la alegría de conocerlas en el Cielo y darnos cuenta que las ayudamos con nuestra humilde oración.
El pequeño sacrificio de tiempo que hacemos en esta vida valdrá la pena cuando veamos las caras de aquellos que se han beneficiado de nuestras oraciones.
5. No es tan difícil
Orar por las almas del purgatorio es tan sencillo que no tenemos excusa para no hacerlo. Una oración por las Santas Almas puede ser tan sencilla como la corta Requiem Aeternam:
"Otórgales Señor el descanso eterno y que brille para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén".
También podríamos añadir una breve monición a nuestra oración de bendición de los alimentos:
"Bendícenos, Señor, y estos tus dones... Y que las almas de los fieles que ya han partido, por medio de la misericordia de Dios, encuentren el descanso eterno".
Dos maneras efectivas de orar por las almas del purgatorio son rezar la coronilla de la Divina Misericordia por ellas y recordarlas durante las intenciones del Rosario.
La coronilla de la Divina Misericordia y el Rosario requieren comprometernos a dedicar unos 15 minutos. Incluso rezando estas poderosas oraciones una vez a la semana por las Benditas Almas del Purgatorio no es pedir mucho considerando el beneficio que traen a los miembros de nuestra familia espiritual.
Finalmente, uno puede ofrecer una Misa por estas pobres almas. Esta ofrenda misericordiosa es placentera para Dios y apenas una carga para nosotros.
Tenemos el poder de ayudar a nuestros amigos sufrientes y llevarles alivio. Hacer esto es un acto de misericordia y amor desinteresado. El sacrificio que requiere de nuestra parte es mínimo y aun así su recompensa es grande.
jueves, 16 de agosto de 2018
¡QUÉ BUENO ES SALUDAR!
Un hombre trabajaba en un almacén frigorífico. Un día, cuando terminó su horario de trabajo, fue a una de las cámaras frigoríficas para hacer una inspección de última hora, pero por una fatalidad la puerta se cerró y quedó encerrado.
Aunque gritó y golpeó en la puerta con todas sus fuerzas nadie lo oyó. La mayoría de los trabajadores ya se habían ido y era imposible oír los gritos salidos de dentro de la cámara.
Tres horas más tarde, cuando el hombre ya estaba al borde de la muerte, alguien abrió la puerta. Era el guardia de seguridad quien le salvó la vida.
Después de recuperarse el hombre preguntó a su salvador cómo fue posible que pasara por allí y abriera la puerta, cuando eso no formaba parte de la rutina de su trabajo. El guardia de seguridad explicó:
- Trabajo en esta empresa desde hace 35 años. Centenares de trabajadores entran y salen todos los días, pero usted es el único que me saluda por la mañana y se despide de mí por la tarde. Los demás me tratan como si yo fuese invisible. Hoy, como todos los días, me dijo "hola" en la entrada, pero no oí su "hasta mañana". Espero su "hola" y su "hasta mañana" todos los días. Para usted yo soy alguien. Al no oír su despedida sabía que algo podía haber pasado...
Reflexión: Seamos humildes y amemos al prójimo. Demos siempre muestras de atención, respeto, piedad, perdón, paciencia, aprecio, gratitud, amor...
NUESTRO GRAN AMOR (Cuco Sánchez)
Como el sol le hace falta a la luna,
pues sin él no podría darnos luz,
como el aire hace falta en el mundo,
así me haces falta tú.
Si algún día quisieras dejarme,
por mi madre que no iba a saber
ni pensar, ni morir, ni vivir,
mucho menos llorar o reír.
pues sin él no podría darnos luz,
como el aire hace falta en el mundo,
así me haces falta tú.
Si algún día quisieras dejarme,
por mi madre que no iba a saber
ni pensar, ni morir, ni vivir,
mucho menos llorar o reír.
¿Cuándo has visto llorar a las piedras?
¿Cuándo has visto resecarse el mar?
Dime tú qué hay eterno en el mundo.
No más nuestro amor y ya.
¿Cuándo has visto resecarse el mar?
Dime tú qué hay eterno en el mundo.
No más nuestro amor y ya.
Golondrinas, cenzontles, jilgueros,
vengan todos que hoy van a escuchar
la canción más hermosa del mundo,
que es la risa de quien quiero más.
vengan todos que hoy van a escuchar
la canción más hermosa del mundo,
que es la risa de quien quiero más.
miércoles, 15 de agosto de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
LA PRIMERA COMUNIÓN DE JAVIER
El padre del pequeño Javier había sido siempre un hombre extraño y descreído. Solo así se explica que cuando el profesor de la escuela donde asistía el muchacho le mandó una nota comunicándole que dentro de aquel mes Javier debería hacer la Primera Comunión, frunciera las cejas y respondiera de mal talante:
- Eso de la religión es para los ricos. El día que la haga no contéis conmigo.
Su esposa intentó convencerlo:
- No digas disparates, hombre. ¿qué culpa tiene la pobre criatura de que tú tengas estas ideas?
Pero él no quiso ceder.
- No. Si no me convencerás por más que insistas. Cuando yo digo una cosa ya sabes que la cumplo. ¡He dicho que no iré, y no iré!
La madre procuró cambiar de conversación y lo encomendó todo a la voluntad de Dios.
Tres días faltaban para la fecha de la Primera Comunión y el pobre no tenía ni zapatos para estrenar. Pero tampoco le hacían falta. La noche anterior se había acostado con mucha fiebre y el médico que acudió a visitarle había diagnosticado tifus. Fue un terrible golpe para los padres, que no pudieron ocultar su consternación al enfermo. Este comprendió el dolor de sus padres y quiso animarlos:
- No lloréis... que yo estoy muy contento... Ahora recibiré a Nuestro Señor..., y después volaré al cielo...
El padre inclinaba la cabeza, humillado, vencido. Había dicho que no acompañaría a su hijo en su Primera Comunión, y ahora Dios quería que estuviera presente. ¡Y en qué circunstancias! Arrodillado a los pies de la cama pedía perdón a Dios con estas palabras:
- Señor, perdóname... Devuelve la salud a mi hijo... Sin él moriría yo también.
Y el buen Jesús le escuchó. Javier, que llegó a las puertas de la muerte, después de recibir el Viático inició una ligera mejoría que fue aumentando hasta recobrar por completo la salud. Y una radiante mañana del mes de junio el niño celebró su solemne Primera Comunión.
- Hoy es el día más feliz de mi vida -murmuró su padre arrodillado frente al altar. Su esposa, por toda respuesta, se secó unas lágrimas de doble alegría.
(Publicado en la revista TBO el 18 de junio de 1965)
(Publicado en la revista TBO el 18 de junio de 1965)
domingo, 12 de agosto de 2018
DOCE FORMAS EN LAS QUE EL DEMONIO SE METE EN NUESTRA VIDA
1.- Los horóscopos
Cada día aseguran lo que sucederá en nuestra vida de acuerdo a nuestro signo zodiacal y muchas personas lo consultan y creen en sus predicciones. Está mal hacerlo porque afirman tener el poder de conocer el futuro, algo que solo pertenece a Dios.
Por ello, creer en los horóscopos atenta contra el primer Mandamiento: "Amarás a Dios sobre todas las cosas", porque no estamos confiando en Él ni en los maravillosos planes que tiene para cada uno de sus hijos.
2.- Los médiums
Son personas que dicen tener el don de la clarividencia y que a través de su sensibilidad paranormal pueden servir de mediadores para comunicarse con los espíritus.
"No haya en medio de ti quien haga pasar por el fuego a su hijo o a su hija, ni quien se dé a la adivinación, ni a la magia, ni a hechicerías y encantamientos; ni quien consulte a encantadores, ni a espíritus, ni a adivinos, ni pregunte a los muertos. Es abominación ante Yavé cualquiera que esto hace" (Deuteronomio 18, 10-11).
Los médiums y sus semejantes son, en su mayoría, estafadores, y obtienen su poder del demonio.
3.- Desear que alguien se vaya al infierno
Todos hemos escuchado decir alguna vez "que arda en el infierno" o "vete al infierno", por ejemplo referido a asesinos, violadores, corruptores de menores... Pero hay que reflexionar sobre esto. El demonio quiere que las almas pasen la eternidad en el infierno. A pesar de lo horrible que pueda ser esa persona, nunca debemos desear la condenación de nadie porque estamos poniéndonos del lado de Satanás y enfrentándonos a la voluntad de Dios, quien desea que todos se salven y estén con Él en el Cielo.
4.- Las supersticiones
Hay católicos que creen en las supersticiones, como tocar madera, cruzar los dedos, que se caiga la sal...
Pueden parecer cosas inofensivas -como tener amuletos de buena suerte o patas de conejo- pero en verdad estamos buscando poderes que no son de Dios. En vez de tocar madera o pedir un deseo, hagamos una oración.
5.- Adivinar el futuro
Podemos encontrar personas que dicen adivinar el futuro leyendo la mano o echando las cartas del tarot. Al escuchar sus predicciones -que en ocasiones son ciertas- estamos dejando entrar al demonio en nuestra vida, porque ese poder no viene de Dios.
Y no nos dejemos engañar por alguien que quiere adivinar nuestro futuro usando una cruz, un rosario o algún otro símbolo cristiano.
6. No perdonar
Jesús repitió en diversas ocasiones la importancia de perdonarnos los unos a los otros. Eso no significa que estemos obligados a ser amigo de una persona.
Orar por alguien y dejar ir el rencor y la ira con el auxilio de Dios ayuda a que sanemos nuestras heridas. No querer perdonar es apoyar al demonio e ir contra la voluntad divina.
7. La pornografía
Incluso dentro del matrimonio, la pornografía es una forma de maldad que está muy enraizada en nuestra cultura. Los frutos que conlleva esta dependencia son desastrosos y el alcance de violencia que engendra son desbordantes.
8. La ouija
Este juego consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero tiene letras y números y los jugadores esperan respuesta a sus preguntas. La "diversión" consiste en la curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela secretos, y cuanto más parezca funcionar más atrae y ata hasta convertirse en una obsesión. Muchas veces esta práctica se inicia con intención de contactar con un ser querido que ya no está. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos detrás de este fenómeno están las fuerzas del mal que ocasionan daños irreparables a los que participan.
9. La alimentación desordenada
Alimentarse no es pecado, pero la alimentación desordenada es el principio de muchos pecados mayores.
Una alimentación desordenada, descontrolada, excesiva, en el fondo es producto de un deseo no regulado por la razón. Si no somos capaces de dominar ese simple deseo, ¿cómo podremos vencer otros deseos desordenados mayores?
Vencer la gula es cerrar la puerta a multitud de pecados.
10. El desmedido amor al dinero
Aspirar a bienes materiales obtenidos legítimamente es bueno. Dios no se molesta si fruto de nuestros talentos y nuestro esfuerzo conseguimos progresar económicamente. El problema surge cuando el dinero se convierte en el centro de nuestra vida, cuando el centro de nuestra vida debería ser Dios.
Convirtiendo el dinero en el centro de nuestra vida le estamos abriendo las puertas a muchos pecados: robos, asesinatos, corrupción, narcotráfico, etc.
Busquemos el progreso económico, pero que eso nunca se convierta en el centro de nuestra vida.
11. La ociosidad
¡Cuánto bien podríamos estar haciendo si no fuera la desgana, el desinterés, los pretextos! El demonio se complace cuando una persona es ociosa y no es capaz de hacer pequeños sacrificios por su propio bien, el de su prójimo o por amor a Dios.
¡Dejemos la pereza y trabajemos por el Reino de los cielos!
12. Creer que estamos por encima de los demás
Dios nos ha creado a todos iguales ante sus ojos. Valemos lo mismo que cualquier otra persona, aunque hayamos conseguido reconocimientos, logros o dinero. Por eso no debemos sentirnos superiores a nadie. Si en algún momento sentimos eso, le estamos abriendo las puertas al enemigo con nuestra soberbia.
Los médiums y sus semejantes son, en su mayoría, estafadores, y obtienen su poder del demonio.
3.- Desear que alguien se vaya al infierno
Todos hemos escuchado decir alguna vez "que arda en el infierno" o "vete al infierno", por ejemplo referido a asesinos, violadores, corruptores de menores... Pero hay que reflexionar sobre esto. El demonio quiere que las almas pasen la eternidad en el infierno. A pesar de lo horrible que pueda ser esa persona, nunca debemos desear la condenación de nadie porque estamos poniéndonos del lado de Satanás y enfrentándonos a la voluntad de Dios, quien desea que todos se salven y estén con Él en el Cielo.
4.- Las supersticiones
Hay católicos que creen en las supersticiones, como tocar madera, cruzar los dedos, que se caiga la sal...
Pueden parecer cosas inofensivas -como tener amuletos de buena suerte o patas de conejo- pero en verdad estamos buscando poderes que no son de Dios. En vez de tocar madera o pedir un deseo, hagamos una oración.
5.- Adivinar el futuro
Podemos encontrar personas que dicen adivinar el futuro leyendo la mano o echando las cartas del tarot. Al escuchar sus predicciones -que en ocasiones son ciertas- estamos dejando entrar al demonio en nuestra vida, porque ese poder no viene de Dios.
Y no nos dejemos engañar por alguien que quiere adivinar nuestro futuro usando una cruz, un rosario o algún otro símbolo cristiano.
6. No perdonar
Jesús repitió en diversas ocasiones la importancia de perdonarnos los unos a los otros. Eso no significa que estemos obligados a ser amigo de una persona.
Orar por alguien y dejar ir el rencor y la ira con el auxilio de Dios ayuda a que sanemos nuestras heridas. No querer perdonar es apoyar al demonio e ir contra la voluntad divina.
7. La pornografía
Incluso dentro del matrimonio, la pornografía es una forma de maldad que está muy enraizada en nuestra cultura. Los frutos que conlleva esta dependencia son desastrosos y el alcance de violencia que engendra son desbordantes.
8. La ouija
Este juego consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero tiene letras y números y los jugadores esperan respuesta a sus preguntas. La "diversión" consiste en la curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela secretos, y cuanto más parezca funcionar más atrae y ata hasta convertirse en una obsesión. Muchas veces esta práctica se inicia con intención de contactar con un ser querido que ya no está. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos detrás de este fenómeno están las fuerzas del mal que ocasionan daños irreparables a los que participan.
9. La alimentación desordenada
Alimentarse no es pecado, pero la alimentación desordenada es el principio de muchos pecados mayores.
Una alimentación desordenada, descontrolada, excesiva, en el fondo es producto de un deseo no regulado por la razón. Si no somos capaces de dominar ese simple deseo, ¿cómo podremos vencer otros deseos desordenados mayores?
Vencer la gula es cerrar la puerta a multitud de pecados.
10. El desmedido amor al dinero
Aspirar a bienes materiales obtenidos legítimamente es bueno. Dios no se molesta si fruto de nuestros talentos y nuestro esfuerzo conseguimos progresar económicamente. El problema surge cuando el dinero se convierte en el centro de nuestra vida, cuando el centro de nuestra vida debería ser Dios.
Convirtiendo el dinero en el centro de nuestra vida le estamos abriendo las puertas a muchos pecados: robos, asesinatos, corrupción, narcotráfico, etc.
Busquemos el progreso económico, pero que eso nunca se convierta en el centro de nuestra vida.
11. La ociosidad
¡Cuánto bien podríamos estar haciendo si no fuera la desgana, el desinterés, los pretextos! El demonio se complace cuando una persona es ociosa y no es capaz de hacer pequeños sacrificios por su propio bien, el de su prójimo o por amor a Dios.
¡Dejemos la pereza y trabajemos por el Reino de los cielos!
12. Creer que estamos por encima de los demás
Dios nos ha creado a todos iguales ante sus ojos. Valemos lo mismo que cualquier otra persona, aunque hayamos conseguido reconocimientos, logros o dinero. Por eso no debemos sentirnos superiores a nadie. Si en algún momento sentimos eso, le estamos abriendo las puertas al enemigo con nuestra soberbia.
sábado, 11 de agosto de 2018
ORACIÓN DE PROTECCIÓN PARA DORMIR TRANQUILO Y FELIZ
Bendito amado Jesús, en esta noche vengo a tu presencia para que me des un buen tiempo de descanso y podamos concebir un sueño tranquilo y reparador. Te pido que me protejas mientras descanso y que mientras sueñe no existan dolores ni insomnio.
Señor, te suplico por mi vida y por las de mis familiares y que siempre nos tomes de tus manos para nunca apartarnos de tu camino. Dame la fuerza de voluntad para no caer en ninguna tentación.
Padre, Tú eres el lugar más seguro y por eso quiero caminar contigo a tu lado todos los días. Tú eres mi amigo fiel, quien está siempre a mi lado en los momentos buenos y en los malos.
Ayúdame a superar cada prueba con fe, y que me llenes de sabiduría para comprender tus designios y ejercer tus planes, porque tus planes son perfectos, bendito Dios. Permíteme ser un instrumento de tus planes y llevar tu palabra a cada rincón de este planeta.
Gracias por suplir siempre lo necesario en mi hogar y por ayudarme a resolver cada uno de los problemas que se me presenta en el camino. Señor, pongo mi confianza en Ti y en que Tú abrirás las puertas de los cielos para llenar de bendiciones mi hogar.
Señor, gracias por esta noche de descanso, porque hoy fue un día en el que se cerraron puertas y se abrieron otras. En esta noche duermo tranquilo y en paz porque Tú estás conmigo y me das aliento y protección. Te ruego que nos cuides en esta casa y que tus ángeles sean nuestros protectores alrededor. Amén.
Haz esta oración con fe y esperanza, te permitirá estar más cerca de Dios. Dale las gracias por todas las bendiciones que te han pasado. Pídele que esté protegiendo tu vida y la de aquellos que amas, y ayúdales a alcanzar sus más grandes deseos.
UNA HERMOSA ORACIÓN
Cuando despiertes di "Jesús te amo".
Cuando salgas de tu casa di: "Jesús ven conmigo".
Cuando sientas ganas de llorar di: "Jesús abrázame".
Cuando te sientas feliz di "Jesús te adoro".
Cuando hagas cualquier cosa di: "Jesús ayúdame".
Cuando cometas un error di: "Jesús perdóname".
Cuando te sientas protegido di: "Jesús gracias".
Cuando te vayas a dormir di: "Jesús cúbreme con tu divino manto".
ORACIÓN DE LA NOCHE (8)
Amado Dios, en esta noche te doy las gracias por este maravilloso día que me regalaste. Señor, gracias por haber derramado tu Sangre para darme la salvación y la vida eterna. Hoy que recuerdo el día de tu sacrificio te pido que cubras a mi familia y que nos permitas caminar siempre de tu mano. Nunca te apartes de mi hogar y llénanos de tu gran Amor. En el nombre de Jesús. Amén.
BENDICIÓN DE SANTA CLARA DE ASÍS
Que el Señor te bendiga, te guarde, te muestre su rostro, vuelva su rostro hacia ti y te dé su misericordia y su paz.
Yo, Clara, sierva de Cristo, humilde planta de nuestro santo padre Francisco, ruego a nuestro Señor Jesucristo por su misericordia, por la intercesión de su santísima madre María, del bendito arcángel Miguel y de todos los santos de Dios, para que el mismo Padre Celestial te dé y te confirme esta santa bendición en el cielo y en la tierra.
Sed siempre amantes de Dios y de sus almas y estad siempre listos para observar lo que han prometido al Señor.
Que el Señor siempre esté contigo, y te tenga siempre con Él a su lado. Amén.
viernes, 10 de agosto de 2018
jueves, 9 de agosto de 2018
ORACIÓN DEL SILENCIO
Silencio que no comprendo, pero respeto y que en silencio guardo con tantas lágrimas por cerrarme a entender que Tú también hablas en cada silencio.
Enséñame a ser espacio infinito donde tu silencio sea vida; descúbreme la belleza de buscarte en el Cielo aun sin palabras, mas mirándote y dejándote
ser mi eternidad, mi todo y mi cielo.
Señor del silencio, del sin tiempo y de lo eterno; hazme gustar de las esperas y del saber que en este silencio Tú no dejas de escucharme y prestarte a cada grito de amor que desde mi corazón sin cesar a Ti se eleva.
Guarda mis palabras en la profundidad de tu pecho y hazme sentir la paz infinita de saberte amar en el silencio. Silencio de Amor que brota de tu Corazón abierto.
Sé mi compañero en las noches oscuras donde solo siento el latir acompasado de mi corazón sin sosiego que busca un poco de paz refugiándose en tu Corazón que arde de amor eterno.
Enséñame tus tiempos, hazme amar tus silencios, que comprenda día a día que los que en verdad se aman solo hablan con el silencio. Sé mi consejero, hoy, aquí... en este silencio, para que no me aturdan los días, ni muera de frío creyendo que no estás conmigo.
Ven, Amigo, abrázame con prisa, pues de frío y dolor mi alma te necesita. Arrúllame con ternura melodía de paz... que aunque será silencio, mi corazón la entenderá, pues habla de Amor que es eterno. El Amado de mi Alma.
ORACIÓN A LA VIRGEN PARA LUCHAR CONTRA EL ABORTO
Oh María, Madre de Jesús y Madre de todos nosotros, nos dirigimos a ti como aquella quien dijo "SÍ" a la vida.
"Tú concebirás y darás a luz un hijo" te dijo el ángel. A pesar de la sorpresa y la incertidumbre acerca de cómo podría ser esto, dijiste que SÍ. "Hágase en mí según tu palabra".
Oh María, oramos hoy por todas las madres que tienen miedo de ser madres. Oramos por aquellos que se sienten amenazados y abrumados por el embarazo.
Intercede por ellos, para que Dios les dé la gracia de decir que SÍ y el valor para continuar.
Que tengan la gracia de rechazar la falsa solución del aborto.
Que puedan ellos decir contigo: "Hágase en mí según tu palabra".
Que experimenten la ayuda del pueblo cristiano y conozcan la paz que viene de hacer la voluntad de Dios.
Amén.
Que experimenten la ayuda del pueblo cristiano y conozcan la paz que viene de hacer la voluntad de Dios.
Amén.
miércoles, 8 de agosto de 2018
ENTRE CIPRESES (Juan de Dios Peza)
Estaba la luna en llena,
brillando en mitad del cielo,
clara, transparente, hermosa,
pues era luna de enero.
Íbamos los dos del brazo,
pensativos y en silencio,
caminando lentamente
por el campo de los muertos.
Resaltaba la blancura
de su rostro dulce y bello,
con los luminosos rayos
del astro de los misterios.
Sobre una lápida blanca
tomamos los dos asientos,
y al punto nos sorprendimos
al verla, los dos a un tiempo.
¡Mi nombre! dijo asustada;
¡tu nombre! repuse trémulo,
y dos lágrimas brillantes
sus ojos humedecieron.
Después, mirándome atenta,
con tristeza sonriendo,
me dijo con voz tan honda
que me desgarraba el pecho:
- ¡Qué breve es la humana vida!
¡Qué rápido pasa el tiempo!
Tú que tanto me comprendes,
¿me olvidarás si me muero?
Iba a responderle y vino
una ráfaga de viento
sutil, penetrante, helado,
aire de noche de invierno.
Y cubrió con hojas secas
nuestro funerario asiento...
- ¿No ves -agregó- estas hojas
que del árbol se cayeron?
Cubren hasta el pobre nombre
del abandonado muerto.
¿Me borraré en tu memoria
después de que corra el tiempo?
¿Darás a otra tu cariño?
¿Me olvidarás si me muero?
- ¿Olvidarte? ¡No! Más fácil
será que calle en mi pecho
este corazón, esclavo
de tus nobles sentimientos.
- ¿Quién dormirá en esta tumba?
agregó con triste acento;
ninguno le pone flores,
nadie le da sus recuerdos.
No quiero dormir tan sola:
¡Ay! si mañana me muero
una corona y tu nombre
entre sus ropas impreso,
de tu amor en testimonio
pondrás en mi último lecho.
Y juntos, los dos, del brazo,
pensativos y en silencio,
sin poder en ese instante
cambiar amorosos besos,
mirando las blancas piedras,
los altos cipreses negros,
las amarillentas cruces,
las estatuas como espectros,
sin decir una palabra
salimos del cementerio.
brillando en mitad del cielo,
clara, transparente, hermosa,
pues era luna de enero.
Íbamos los dos del brazo,
pensativos y en silencio,
caminando lentamente
por el campo de los muertos.
Resaltaba la blancura
de su rostro dulce y bello,
con los luminosos rayos
del astro de los misterios.
Sobre una lápida blanca
tomamos los dos asientos,
y al punto nos sorprendimos
al verla, los dos a un tiempo.
¡Mi nombre! dijo asustada;
¡tu nombre! repuse trémulo,
y dos lágrimas brillantes
sus ojos humedecieron.
Después, mirándome atenta,
con tristeza sonriendo,
me dijo con voz tan honda
que me desgarraba el pecho:
- ¡Qué breve es la humana vida!
¡Qué rápido pasa el tiempo!
Tú que tanto me comprendes,
¿me olvidarás si me muero?
Iba a responderle y vino
una ráfaga de viento
sutil, penetrante, helado,
aire de noche de invierno.
Y cubrió con hojas secas
nuestro funerario asiento...
- ¿No ves -agregó- estas hojas
que del árbol se cayeron?
Cubren hasta el pobre nombre
del abandonado muerto.
¿Me borraré en tu memoria
después de que corra el tiempo?
¿Darás a otra tu cariño?
¿Me olvidarás si me muero?
- ¿Olvidarte? ¡No! Más fácil
será que calle en mi pecho
este corazón, esclavo
de tus nobles sentimientos.
- ¿Quién dormirá en esta tumba?
agregó con triste acento;
ninguno le pone flores,
nadie le da sus recuerdos.
No quiero dormir tan sola:
¡Ay! si mañana me muero
una corona y tu nombre
entre sus ropas impreso,
de tu amor en testimonio
pondrás en mi último lecho.
Y juntos, los dos, del brazo,
pensativos y en silencio,
sin poder en ese instante
cambiar amorosos besos,
mirando las blancas piedras,
los altos cipreses negros,
las amarillentas cruces,
las estatuas como espectros,
sin decir una palabra
salimos del cementerio.
CUATRO AVISOS DE SAN IGNACIO
1º) Ten, en cuanto puedas, tu corazón en Dios y Dios en tu corazón, pensando continuamente en Él.
2º) La santísima voluntad de Dios sea el centro de todos tus deseos y el principio de todas tus acciones.
3º) No pierdas nunca a Dios de vista tanto en público como privadamente.
4º) La vida de Jesucristo sea tu modelo en todo lugar y en cualquier estado en que te encuentres.
OBLIGACIONES DE LAS VIUDAS (SEGÚN SAN ANTONIO MARÍA CLARET EN 1846)
1. Ser ejemplo de virtud para las doncellas y casadas.
2. Amiga del retiro.
3. Enemiga de la ociosidad.
4. Amante de la mortificación.
5. Dada a la oración.
6. Celosa de su buen nombre.
(Del libro "Camino recto y seguro para llegar al cielo").
OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES (SEGÚN SAN ANTONIO MARÍA CLARET EN 1846)
1. Contentarse con una ganancia moderada.
2. Dar a todos lo justo en peso y medida.
3. No falsificar la mercancía.
4. No apoderarse de todo un género, ocasionando la miseria al pueblo.
5. Abstenerse de toda especie de fraude o engaño.
6. Ser caritativo con los pobres.
(Del libro "Camino recto y seguro para llegar al cielo").
OBLIGACIONES DE LOS POBRES (SEGÚN SAN ANTONIO MARÍA CLARET EN 1846)
1. Resignarse a la voluntad de Dios en su pobreza.
2. No apropiarse de cosas ajenas, aunque sea bajo el pretexto de pobreza.
3. Industriarse a fin de proporcionarse un honesto bienestar.
4. Procurar hacerse ricos de bienes eternos.
5. Acordarse de que también Jesucristo y María santísima fueron pobres.
(Del libro "Camino recto y seguro para llegar al cielo").
OBLIGACIONES DE LOS RICOS (SEGÚN SAN ANTONIO MARÍA CLARET EN 1846)
1. Dar gracias a Dios por sus bienes.
2. No poner en ellos la confianza.
3. No aumentarlos con usuras.
4. No conservarlos con injusticia.
5. No servirse de ellos para fomentar pasión alguna.
6. Ser caritativo con los pobres y con la Iglesia.
7. Pensar a menudo que los ricos están muy en peligro de condenarse, por el mal uso que hacen de la riqueza.
(Del libro "Camino recto y seguro para llegar al cielo").
martes, 7 de agosto de 2018
ORACIÓN A SAN JOSÉ (46)
Nos figuramos ¡oh Santo glorioso! que el Eterno Padre al contemplar desde su levantado solio a su Hijo Jesús, que subía con los trofeos de sus victorias, y a ti a su lado, le diría estas palabras de Tobías: "¿Qué galardón podemos dar a este Santo varón que te acompaña?". Y el Hijo contestaría: "A aquella gloria podéis levantarle, que él con sus servicios se ha conquistado". ¡Ah! entonces el Dios omnipotente, con aquella voz que hizo de la nada surgir los orbes clama, dirigiéndose a ti, oh José: "Te quiero más levantado que todos tus hermanos"; y en medio del aplauso y universal expectación te sentó ¡José glorioso! en aquel trono real que está a la vista de todos y que jamás debíais abandonar.
JACULATORIA. Haz que con mis pecados no pierda la silla que Dios me tiene preparada en el Cielo. Amén.
ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
Dios omnipotente, Padre de toda misericordia,
nosotros, indignos siervos tuyos,
humildemente te damos gracias
por todo tu amor y benignidad
a nosotros y a todos los seres humanos.
Te bendecimos por nuestra creación, preservación
y todas las bendiciones de esta vida;
pero sobre todo por tu amor inmensurable
en la redención del mundo por nuestro Señor Jesucristo;
por los medios de gracia, y la esperanza de gloria.
Y te suplicamos nos hagas conscientes de tus bondades
de tal manera que, con un corazón verdaderamente
agradecido,
proclamemos tus alabanzas,
no sólo con nuestros labios, sino también con nuestras vidas,
entregándonos a tu servicio y caminando en tu presencia,
en santidad y justicia, todos los días de nuestra vida;
por Jesucristo nuestro Señor,
a quien, contigo y el Espíritu Santo,
sea todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN DE MANASÉS
Señor Dios, Rey del universo,
Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob,
y de todo su justo linaje:
Tú hiciste los cielos y la tierra,
con toda su inmensa formación.
Ante tu presencia todas las cosas se estremecen con temor;
tiemblan a causa de tu poder.
Sin embargo, tu benigna promesa es inmensurable,
y sobrepasa cuanto podemos sondear.
Señor, tu compasión es abundante,
paciente y rica en misericordia.
Retienes tu mano;
no nos castigas como lo merecemos.
Por tu gran bondad, Señor,
has prometido el perdón a los pecadores,
para que se arrepientan de su pecado y sean salvos.
Ahora, Señor, doblo la rodilla de mi corazón,
y apelo a ti, confiado en tu bondad misericordiosa.
He pecado, oh Señor, he pecado,
y reconozco a fondo mi iniquidad.
Por tanto, humildemente te imploro:
¡Perdóname, Señor, perdóname!
No permitas que perezca en mi pecado,
ni me condenes a las honduras del abismo.
Pues tú, Señor, eres Dios de los que se arrepienten,
y en mí manifestarás tu benevolencia.
Indigno como soy, tú me salvarás,
de acuerdo con tu piedad inmensa,
y cantaré sin cesar tus alabanzas todos los días
de mi vida.
Todas las potestades celestiales te aclaman,
y tuya es la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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