viernes, 16 de diciembre de 2022

MARTIRIO DE SANTA ALBINA

Albina -nombre latino que significa “blanca”, en el sentido de pura, inmaculada- nació en Cesarea de Palestina el año 238, en el seno de una ilustre familia, siendo una muchacha de extraordinaria belleza y rara inteligencia, y que, conforme a su ideal cristiano, transcurría las horas diurnas y nocturnas dedicándose al ayuno, a la oración y a las limosnas.

Debido a su fe cristiana, la joven sufrió el martirio en el año 250, en tiempos del emperador Cayo Mesio Quinto Decio, quien había ordenado que todos los ciudadanos del Imperio hicieran acto de fidelidad al emperador y a la fe de los dioses bajo pena de muerte, haciéndolo luego plasmar en el documento conocido como libellum

Martirio de la Santa. Grabado de Bartholomaus Hübner.

Martirio de la Santa. Grabado de Bartholomaus Hübner.

De este modo, Albina, como era conocida por ser hija de ilustre familia y se sabía que era cristiana, fue detenida al negarse a sacrificar a los dioses y sometida a diversas torturas ante los ojos del emperador Decio, pero nunca accedió a abjurar de su fe.  La joven, llena del Espíritu Santo, no tenía miedo de las torturas y  por un prodigio divino estas no hicieron efecto en su cuerpo.

Derramaron plomo fundido sobre ella, pero este se endureció al contacto con su cuerpo. Le vertieron en la boca aceite hirviendo, pero este se enfrió al tocar sus labios. Le acercaron antorchas al cuerpo y estas se apagaron al rozarla. Después de todo ello, fue llevada a un horno, desnudada, untada con aceite y arrojada a las llamas, pero estas se extinguieron y fue imposible reavivarlas.

Después de ello, el césar trató de convencerla con lisonjas, con oro y plata, con promesas de poder, pero ella se declaró esposa del Señor y nada pareció persuadirla. “Yo nunca dejaré de confesar mi fe en Cristo, mi Señor, en el cual confía mi alma y en honor del cual elevo mis alabanzas”. Tales palabras son consideraras su testamento espiritual.

De modo que se dio orden de que fuera golpeada hasta la sangre con bastones nudosos, pero estos cayeron de las manos de los verdugos y los brazos se les quedaron secos. Finalmente fue llevada al exterior de la ciudad y decapitada, según la tradición, al atardecer del 16 de diciembre del año 250. En ese momento Albina tenía solo doce años de edad, es decir, era poco más que una niña.

 

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