viernes, 16 de diciembre de 2022

SANTA ADELAIDA: VIDA Y ORACIÓN

Santa Adelaida a temprana edad (año 931) se casó con el rey de Italia, Lotario, quien fuera al poco tiempo envenenado por sus adversarios. Con tan solo 19 años, santa Adelaida quedo viuda. Quien usurpó el trono de su esposo, Berengario, la encarceló en vista de la negativa de la santa en casarse con su hijo. En su tiempo en prisión, santa Adelaida tenía una actitud equilibrada, fuerte y estable. Aun vestida de ropas viejas y sufriendo humillaciones, Adelaida no protestaba, trataba a sus carceleros con amabilidad y dulzura, manteniendo su confianza en Dios.
Años después, el auxilio vino desde Alemania: el emperador Otón derrotó a Berengario y le dio la libertad a la santa reina Adelaida. Ambos se casan y el Papa Juan XII corona a Otón como el emperador.
Otón fue llamado “el grande”, reinó con rectitud y justicia. Santa Adelaida, a su lado, se dedicó a ayudar a los necesitados, construyó numerosas iglesias, misiones, y colaboró con sacerdotes y predicadores.
Sin embargo, nuevamente sobrevino tristeza a su vida, enviudó y asumió el mandato su hijastro Otón II, quien bajo la influencia de su esposa Teofana, exiliaron a santa Adelaida a un monasterio, donde la santa se refugió confiada en la fe y en la oración en medio de sus penas. En el año 991 Teofana muere enferma. Santa Adelaida pudo regresar a la corte como regente y empleó sus influencias para extender el amor del Señor, evangelizando y socorriendo a los pobres.
Santa Adelaida fue como una bondadosa madre, de noble corazón, de gran comprensión y un profundo sentido cristiano. Falleció el 16 de diciembre del año 999. El Papa Urbano II la canonizó en 1097, y la declaró patrona de las víctimas de abuso, los exiliados, los prisioneros y las viudas.



ORACIÓN

Oh santa Adelaida, señuelo de la decencia, bríndanos de tu santa sabiduría bondad y caridad para soportar las cargas de la modernidad corrupta, para evitar las guerras por nuestra codicia humana, para limpiar y lavar las desigualdades en la sociedad.
Oh emperatriz del milenio, intercede ante nuestro Señor para contagiarnos tu alegría y misericordia con los pobres. Amén.

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