Yo no te veo, pero creo; no te toco, pero te siento. Eres la paz que le das al firmamento. Pasa el tiempo, y mi vida sopla como el viento. Soy fugaz, y no me siento capaz. Sólo soy un humano necesitado, porque mis fuerzas se han agotado. Eres quien hace los milagros, yo sólo un soldado al pie de tu llamado. De tu amor yo me siento necesitado. Cúbreme, porque a veces te he fallado. De tu gracia me sostengo, cuando siento que menguo. Tómame y transfórmame, nunca dejes que pierda la fe. Tú eres quien me sustentó, Tú eres quien me llamó, Tú eres quien del lodo me limpió. No me abandones nunca, Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario