PARA DIOS NADA HAY IMPOSIBLE
Buenos días. Los discípulos le piden al Señor "auméntanos la fe". Acaban de escuchar las enseñanzas para perdonar siempre. Ser misericordioso es cualidad divina, y el Señor nos la ha regalado. Pero necesitamos fe para vivirla, porque dar perdón, ser misericordioso en nuestros días es difícil y a veces se hace duro, pero creed en Dios y sus promesas: lo que hagáis a uno de estos pequeños a mi me lo hacéis. Seamos misericordiosos y pidamos que el Señor nos aumente la fe.
Texto del Evangelio (Lc 17, 1-6): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Cuidaos de vosotros mismos.
»Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, le perdonarás».
Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y os habría obedecido».
«Auméntanos la fe» (Lc 17, 1-6)
Señor Jesús, qué evangelio tan bonito. También a nosotros nos asaltan los escándalos cotidianos, los ajenos y los propios, los provocados por los otros y los que nosotros mismos protagonizamos con nuestra falta de empatía, nuestra ceguera y nuestro corazón endurecido. Gracias, una vez más, por recordarnos que tengamos cuidado, que estemos alerta, vigilantes, atentos.
Señor Jesús, auméntanos la fe. Para poder ser luz en medio de las tinieblas, auméntanos la fe. Para poder ser la palabra justa y el gesto oportuno frente al débil, auméntanos la fe. Para poder vivir en verdad, auméntanos la fe. Para poder ser testigos de que es posible ser felices siendo buenos, auméntanos la fe. Para poder transformar todo lo corrompido y agrietado por la avaricia en espacios donde se comparte y se crece juntos, auméntanos la fe. Para poder amar a nuestros enemigos y a los que no nos quieren, auméntanos la fe.
Señor Jesús, auméntanos la fe. Para poder denunciar sin miedos las injusticias, auméntanos la fe. Para poder creer contra toda esperanza, auméntanos la fe. Para poder vivir como verdaderos hermanos, auméntanos la fe. Para poder vivir tu evangelio sin traducciones ni adaptaciones interesadas, auméntanos la fe. Para poder ser instrumentos de paz y bien, auméntanos la fe. Para poder servir siempre más a los otros, sean quienes sean, auméntanos la fe.
Señor Jesús, auméntanos la fe. Para poder ser instrumentos de tu misericordia, auméntanos la fe. Para poder ser capaces de perdonarlo todo, auméntanos la fe. Para poder vivir sin juzgar, sin amenazar y sin murmurar de los demás, auméntanos la fe. Para poder convivir con los diferentes a nosotros y aceptar la riqueza de su diversidad, auméntanos la fe. Para poder verte en los que no creen en lo mismo que nosotros, auméntanos la fe. Para poder experimentar la verdadera alegría y poder vivir verdaderamente felices, auméntanos la fe.
Así te lo pido. Así sea.
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