Oh Dios, que nos has mandado honrar a nuestro padre y nuestra madre, escucha con benevolencia la oración que te dirijo por ellos. Concédeles largos días de vida en la tierra, y consérvales la salud del cuerpo y del espíritu. Bendice sus fatigas y sus iniciativas. Recompénsales por todo lo que han hecho por mí. Inspírales el amor y la práctica de tu santa ley. Ayúdame a hacer todo lo que pueda por ellos. Y haz que después de haber gozado de su afecto en la tierra, tenga la alegría de vivir eternamente con ellos en el cielo. Amén.
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