sábado, 4 de marzo de 2017

ORACIÓN A SAN JOSÉ (19)


No hay duda sino que vislumbrando, ¡oh San José! por lo que te dejaba sentir Jesús, los goces que en el cielo te aguardaban, cual el Apóstol de las gentes quisieras mil veces que se te rompieran las ataduras de tu cuerpo, y dejaran así libre y desembarazada tu alma angelical. ¿Que no? Que mucho que animaran a José semejantes sentimientos, si estos eran los que daban vida y calor a muchos santos; si Santa Teresa de Jesús, contemplando de lejos, en los coloquios, apariciones con que Jesús la acariciaba, la inefable dulzura que esperaba en el cielo, no podía menos de exclamar: "Es tanta la dicha que espero, que muero porque no muero". Morir para unirte con Cristo, por medio de los indestructibles lazos de la gloria es, sin duda, lo que de lleno ocupaba tu corazón; y esto es lo que debiéramos desear con vivas ansias.

JACULATORIA. Aviva la fe en la felicidad y goces del cielo para entrar en ardientes deseos de disfrutarlos en tu compañía ¡José dichoso! Amén.

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