sábado, 18 de marzo de 2017

ORACIÓN A SAN JOSÉ (23)

Entre todas tus alegrías, no era la menor, antes ocupaba un lugar de preferencia ¡oh José glorioso! el verte en íntimo enlace, y aun en cierta igualdad, con el Espíritu Santo. Este, por modo milagroso y estupendo, fecundizó las virginales entrañas de María, como que era su Esposo, cuando la Encarnación del Hijo de Dios; y sin duda, buscando entre los hijos de Adán, uno que dignamente, en cuanto era posible a la humana flaqueza, le representara, se fijó en ti, y al efecto te unió con María por medio de los indisolubles lazos del matrimonio. Y notoria y evidente cosa es, por lo tanto, que siendo aquel todo amor y cariño, y de consiguiente, gozo y contento, a ti se te prendería con sus ardientes llamas, el amoroso y eterno fuego que en Él ardía, para que se lo comunicaras a su amada esposa María. ¡Oh, José, cómo se habría derretido tu corazón, si Dios no lo hubiese impedido, al calor de tan ondulantes llamas!
JACULATORIA. Haz que seamos dignos de recibir en nuestras almas al Espíritu Santo. Amén.

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