"El que cree en Jesús no será juzgado" (Jn 3,13-17)
Señor Jesús, creer en Ti. Eso creo que hago. Eso deseo en lo más profundo de mi corazón. Eso me gustaría poder decir a todos que hago. Esa quisiera que fuese mi mayor y mi mejor aspiración.
Señor Jesús, creer en Ti. Dejarlo todo en tu nombre. Echar las redes por tu palabra. Ser de los que te siguen sin condiciones. Saberme querido y siempre perdonado. Sentir que acompañas mis pasos, mis sueños, mis decisiones y mis opciones más importantes.
Señor Jesús, creer en Ti. Fiado de tu palabra. Seguro de tu presencia. Animado por tu Espíritu. Guiado por tus gestos y acciones. Tranquilo en medio de las tormentas. Sentirme hijo, hermano, compañero y amigo.
Señor Jesús, saber que no me juzgas. Comprender que en el servir a todos quieres encontrarme. Discernir entre lo bueno y lo mejor. Participar en la construcción de tu Reino. Comprometerme con los más vulnerables. Dejarme la piel por los que solos ya no pueden. Sanar heridas. Imponer las manos. Saberme bendecido y acogido sin condiciones.
Señor Jesús, creer en Ti. Eso quiero. Eso necesito. Haz que crea en Ti, que conozca lo que Tú quieres y quiera siempre lo que Tú quieras.
Eso te pido. Así sea.
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».
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