"Acompañado por los Doce y por algunas mujeres" (Lc 8,1-3)
Señor Jesús, así quiero yo vivir y caminar: acompañado. Nunca en soledad, si esa soledad no es buscada. Nunca por mi cuenta, sino bien acompañado por tantos otros que caminan a mi lado y con los que es un verdadero placer recorrer algún trecho del camino de la vida. Hazme caminante. Hazme compañero. Hazme acompañado.
Señor Jesús, moldea mi corazón, mis criterios, mi modos de hacer las cosas para que valore y me deje ser acompañado y aprenda a acompañar a los demás, especialmente a aquellos que necesitan compartir vida y milagros, proyectos y horizontes, logros y fracasos. Hazme caminante. Hazme compañero. Hazme acompañado.
Señor Jesús, que cuide a mis compañeros y acompañantes, que sepa leer miradas y descifrar gestos, que nunca me quede ajeno a lo que sucede y que siempre pida tu ayuda para saber en cada momento qué camino tomar y qué meter en la mochila para mejor acompañar a los otros. Hazme caminante. Hazme compañero. Hazme acompañado.
Así te lo pido. Así sea.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.
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