"Te seguiré adondequiera que vayas" (Lc 9,57-62)
Señor Jesús, una mañana más siento que me regalas vida para decirte sí, para que cuentes conmigo, para que uses mis manos, mis pies, mis labios, mi mirada y mi corazón para hacer posible tu proyecto. Cuenta conmigo.
Señor Jesús, una mañana más escucho tu llamada y siento que me dices “sígueme”. Y quiero hacerlo, pero soy consciente de mis limitaciones y de mis muchas debilidades. Me gustaría seguirte sin condiciones pero ¡Me atan tantas cosas! … Aún así, cuenta conmigo.
Señor Jesús, quiero decirte que te seguiré a donde vayas. Dame Tú la fe necesaria, las fuerzas necesarias, la esperanza necesaria y el valor necesario para poder hacerlo en fidelidad, sin condiciones, sabiéndome elegido, llamado y enviado por Ti.
Señor Jesús, si hoy me llamas, cuenta conmigo. Si quieres que te siga, cuenta conmigo. Si crees que merezco ser discípulo tuyo, cuenta conmigo.Quiero lo que Tú quieras y querré siempre lo que Tú hagas en mí y en lo que me rodea…
Así te lo pido. Así sea.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,57-62
En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
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