domingo, 3 de abril de 2022

MEDITACIÓN DOMINGO V DE CUARESMA C (P. Damián Ramírez)

¡Buenos días!

Amanece el último domingo de Cuaresma. Hemos recorrido ya 4 etapas y hoy la última con una escena que nos presentará el evangelio tan entrañable como la vida misma.  Todos tenemos algo de aquella mujer y de aquellos que la querían apedrear.  

Pide hoy ser consciente de lo mucho que te ama el Señor, que no condena al pecador, pero sí el pecado y a todo aquel que quiere “apedrear “ a los demás con la calumnia - el odio - la crítica destructiva - el resentimiento y la hipocresía … y no seamos como ellos. 

Feliz y bendecido día junto al Señor.


Lectura del santo Evangelio según San Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó:
«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó:
«Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

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