Santa Noemí, las Escrituras cantan tus alabanzas. Hija del pueblo judío, sin embargo en país extranjero, te desposaste y Dios te colmó de bendición con dos hijos y dos nueras. Al morir tu esposo e hijos regresaste junto a los tuyos; Rut, una de tus nueras, incondicional te acompañó sin abandonarte prometiendo fidelidad hasta la muerte.
En ella Dios continuó tu descendencia al dar Rut un hijo de nombre Obed, pero la nación entera decía: «Dios ha dado un hijo a Noemí». Tu nombre significa dulzura y así viviste el resto de tus días, bendiciendo al buen Dios por los favores recibidos y por la fuerza que te dio para resistir toda adversidad. Ayúdanos a permanecer siempre fieles al buen Dios a pesar de las pruebas que podamos pasar en la vida. Amén.
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