A la bella Marcelina,
que era sorda como un cesto,
un confesor indigesto
preguntaba la doctrina
y dijo: "¿Cuál es el sexto?".
Ella, creyendo escuchar
"¿Quién es Dios Omnipotente?",
respondió sin vacilar:
"La cosa más excelente
que se pueda imaginar".
que era sorda como un cesto,
un confesor indigesto
preguntaba la doctrina
y dijo: "¿Cuál es el sexto?".
Ella, creyendo escuchar
"¿Quién es Dios Omnipotente?",
respondió sin vacilar:
"La cosa más excelente
que se pueda imaginar".
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