martes, 29 de abril de 2025

MARTES II DE PASCUA C - SANTA CATALINA DE SIENA



Buenos días. Feliz Pascua. Hoy la primera lectura nos ayuda a mejorar y crecer en lo que significa la tiniebla y la oscuridad y la luz de Cristo que disipa toda oscuridad. En el Evangelio nos dice: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré (os daré luz a vuestros pecados), porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera, y encontraremos descanso para nuestras almas”. Sólo Dios nos perdona y nos ayuda a vivir en paz con el mundo y con nosotros mismos, y cuidado porque algunos dicen que no pecan; no tratemos de engañarnos, sino que debemos poner nuestros agobios en Él, que será nuestro auténtico descanso. Seamos buenos y confiemos en Dios, que se acuerda de que somos barro y se compadece de nosotros modelándonos a su imagen divina.




1ª Lectura (Hch 4, 32-37): El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se les miraba a todos con mucho agrado. Entre ellos no había necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesitaba. José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa hijo de la consolación, que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles.


Salmo responsorial: 92

R/. El Señor reina, vestido de majestad.

El Señor reina, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de poder.

Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y Tú eres eterno.

Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término.


Versículo antes del Evangelio (Jn 3, 15): Aleluya. Es necesario que sea levantado el Hijo del hombre, para que todo aquel que cree en Él tenga vida eterna. Aleluya.



Texto del Evangelio (Jn 3, 7-15): En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu». Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?». Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna».




"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré" (Mt 11, 25-30)

Señor Jesús, amanecemos hoy con luz. ¡Quién nos iba a decir que en plena Pascua nos quedaríamos a oscuras! Al cansancio de los trabajos, las tareas, las responsabilidades y las mil y una cosa que cada uno llevamos encima, se unen estos agobios que nos hacen descubrir qué es lo verdaderamente importante.

Señor Jesús, a ti acudimos esta mañana para que tú nos acojas, nos ilumines, nos abraces, nos alivies y podamos descansar en Ti. Sabemos de nuestras debilidades e incoherencias, de nuestros anhelos y esperanzas, de nuestras tareas pendientes y de todo cuanto nos queda por hacer. Por eso te pedimos: estate cerca. Acompaña nuestra jornada. 

Así te lo pido. Así sea.










No hay comentarios:

Publicar un comentario