El sabio todo lo escucha,
se explica en pocas palabras,
pregunta y responde siempre
oportunamente, y habla
rara vez delante de otro
más sabio que él, que allí haya.
No es curioso de saber
lo que no le toca nada,
y solo lo que le incumbe
es lo que su atención llama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario