y a todo lo que le ofenda,
pues este es el primer paso
que a sabiduría lleva.
2ª. No os burléis nunca de Dios
ni tampoco de sus santos,
dejad este vil placer
a los jóvenes malvados.
3ª. Sea vuestra devoción
siempre sólida y sincera.
4ª. Mantened vuestra palabra
siempre inviolablemente.
5ª. Sed con todos oficiosos,
complaciente, humilde, afable,
cortés y de genio igual,
y seréis sin duda amable.
6ª. De cualquier pobre que os deba
nunca aumentéis los cuidados.
(Si vuestro deudor está constituido en la miseria, o no pudiere actualmente pagaros y os suplica lo esperéis aún, no tengáis el corazón bastante duro para negárselo o despojarlo de lo poco que tiene. El concederle alguna dilación, no solamente es humanidad o beneficencia, sino interés propio y amor a nosotros mismos).
7ª. Buen padre y esposo
habéis de ser sin flaqueza:
honrad al padre y si es viejo
aun con mayor reverencia.
8ª. El bien que os hagan tendréis
grabado en el corazón.
9ª. Dad siempre con buena gracia
porque una buena manera
añade al don mayor precio
que aquel que en sí mismo encierra.
10ª. No echéis en cara un servicio
que hagáis; tened entendido
que el beneficio, por esto,
es beneficio perdido.
(Un alma generosa no pierde jamás la memoria de los bienes que ha recibido, pero se olvida de los que ha hecho).
11ª. Nunca publiquéis las gracias
que alguna vez habéis hecho,
pues deben estar ocultas,
como negocios secretos.
12ª. Prestad siempre con placer,
pero no indiscretamente.
(Es necesario prestar voluntaria y gratuitamente a los que están necesitados, pues es un acto de caridad cristiana, pero hay que hacerlo con prudencia).
13ª. Del prójimo no envidiéis
la suerte o felicidad.
14ª. Sin que seáis familiar,
tened un aire gracioso.
15ª. Observad siempre fielmente
los puntos de religión.
16ª. Amad el dulce placer
de hacer bien y afortunados.
(Los corazones bien hechos y generosos prueban la satisfacción más pura en hacer bien a los demás. Haced felices y lo seréis).
17ª. Sed persona siempre de honor.
18ª. Procurad siempre vengaros
con beneficios atentos.
19ª. No procuréis informaros
de los negocios ajenos.
20ª. No tengáis nunca soberbia.
21ª. Venced siempre los pesares
a que el alma se abandona.
22ª. Soportad bien los humores
y los defectos de algunos.
23ª. Reprended sin aspereza.
24ª. El ver libertinos, fatuos
y pedantes evitad.
25ª. Procurad nunca hablar mal
de las personas ausentes.
26ª. Consultad sin violencia.
27ª. Con los que no conocéis
usad toda diligencia.
28ª. El amor, el vino y el juego
evitaréis cuidadoso.
29ª. Sed sobrios en el trabajar,
en el dormir y comer;
tendréis libres los sentidos,
la salud sin padecer.
30ª. Jugad solo por placer,
y perded muy noblemente.
31ª. No perdáis el tiempo nunca
en fútiles cosas vanas.
32ª. Sabed a vuestros deberes
sacrificar los contentos.
(Es necesario caminar sin cesar por aquel estrecho camino que solamente debe conducir al cielo. Pero también podemos jugar, descansar y divertirnos con tal de que lo hagamos en la inocencia).
33ª. No pidáis a Dios grandezas
ni riquezas con porfía.
19ª. No procuréis informaros
de los negocios ajenos.
20ª. No tengáis nunca soberbia.
21ª. Venced siempre los pesares
a que el alma se abandona.
22ª. Soportad bien los humores
y los defectos de algunos.
23ª. Reprended sin aspereza.
24ª. El ver libertinos, fatuos
y pedantes evitad.
25ª. Procurad nunca hablar mal
de las personas ausentes.
26ª. Consultad sin violencia.
27ª. Con los que no conocéis
usad toda diligencia.
28ª. El amor, el vino y el juego
evitaréis cuidadoso.
29ª. Sed sobrios en el trabajar,
en el dormir y comer;
tendréis libres los sentidos,
la salud sin padecer.
30ª. Jugad solo por placer,
y perded muy noblemente.
31ª. No perdáis el tiempo nunca
en fútiles cosas vanas.
32ª. Sabed a vuestros deberes
sacrificar los contentos.
(Es necesario caminar sin cesar por aquel estrecho camino que solamente debe conducir al cielo. Pero también podemos jugar, descansar y divertirnos con tal de que lo hagamos en la inocencia).
33ª. No pidáis a Dios grandezas
ni riquezas con porfía.
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