viernes, 10 de mayo de 2019

MARÍA, TÚ QUE DESATAS LOS NUDOS

Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos a ....................... y que lo libres de las ataduras y confusiones con que lo hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios para que, libres de toda confusión y error, Lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.

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