jueves, 12 de septiembre de 2024

JUEVES XXIII TIEMPO ORDINARIO B


GUÍAME, SEÑOR, POR EL CAMINO ETERNO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».




Señor Jesús, van pasando los días y nos vas poniendo el listón cada vez más alto. Acabamos de comenzar el curso y ya sentimos que se nos hacen duras algunas cosas. Tu evangelio de hoy ¡es tan complicado! ¡Tan exigente! ¡Tan difícil de vivirlo! Te pedimos un corazón como el tuyo. Te pedimos otra mirada. Te pedimos entrañas de misericordia para con los otros, de modo especial para esos otros que no nos caen bien, que nos han hecho daño, que por algún motivo no cuadran con nuestro modo de ver la vida. Nos gustaría no tener enemigos.

Señor Jesús, si amar a los enemigos es difícil y hasta nos cuesta entenderlo, no te decimos nada de hacer el bien y de prestar sin esperar nada a cambio. Vivimos tiempos en los que cada uno va encorvado sobre su propio móvil, ajeno a casi todo lo demás, y nos pides que hagamos el bien y que prestemos sin esperar ninguna recompensa: verdaderamente nos quieres mucho, pero para eso necesitamos tu ayuda. Solos no podremos.

Señor Jesús, haznos limpios de corazón, haz que no juzguemos, haz que no condenemos, haz que perdonemos a los otros, haz que demos y nos demos. Haz que experimentemos hoy que en Ti tenemos la medida del amor. Haz que te dediquemos un espacio de silencio y de contemplación para seguir aprendiendo cómo vivir, a tu modo, en tu presencia.

Así te lo pido. Así sea.







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