lunes, 16 de septiembre de 2024

LUNES XXIV TIEMPO ORDINARIO B (P. Damián Ramírez Lozano)


Jesús hoy se admira de la fe del centurión, que cree que con solo ordenarlo, el Señor del Cielo y la Tierra lo puede todo. Y, sin embargo, san Pablo tiene que recordar a los corintios que tienen que vivir con fe y confiando en el Señor, que se ha quedado con nosotros para siempre en la Eucaristía. ¿Tenemos nosotros fe? ¿Creemos de verdad en su presencia real en la Eucaristía? Seamos buenos y confiemos en la palabra de autoridad de Dios, porque lo que dice se cumple.



Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 1-10

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».

Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace».

Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».

Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.




Señor Jesús, después de tu evangelio de ayer en el que nos invitabas a preguntarnos quién eres para nosotros, hoy tu evangelio nos sorprende con esta fe del centurión y con tu hacer camino junto a nosotros.

Señor Jesús, ponte en camino junto a nosotros. Ven a nuestro trabajo, ven a nuestros lugares de encuentro, ven a nuestros proyectos, ven a nuestras búsquedas, ven a nuestras familias, ven a nuestras esperas, ven a nuestra vida. Hazte presente, desvélate en nuestro cotidiano vivir, ven a sanar a nuestra gente, obra tus milagros en nuestros días.

Señor Jesús, que al volver hoy a casa encontremos sanos a los enfermos, animados a los desesperanzados, buscando a los desanimados, alegres a los entristecidos, en movimiento a los que tiraron la toalla, cercanos a los lejanos y reconfortados a los heridos. 

Ponte en camino con nosotros. Así todo será mejor. Así todo será más fácil. Así todo será posible. 

Así te lo pido. Así sea.








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