viernes, 20 de septiembre de 2024

VIERNES XXIV TIEMPO ORDINARIO B


 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.




Señor Jesús, llegamos al viernes de esta semana intensa, repleta de novedades y de retos. También queremos nosotros vivir nuestra fe y la misión que Tú nos encomiendas: caminando por todos los lugares, haciéndonos presentes en todos los ámbitos, siendo sal y luz, fermento de unidad, levadura que desde lo sencillo hace que el pan crezca y pueda partirse y compartirse.

Señor Jesús, así queremos ser: discípulos enviados tuyos, proclamando el Evangelio del Reino y hacerlo no sólo con palabras y tradiciones, no sólo recordando la historia que nos precede, sino sobre todo con gestos cotidianos, amables, cercanos... humanos y humanizantes.

Señor Jesús, así queremos vivir nuestro envío como testigos tuyos: en compañía, con compañeros de camino que te conocen de primera mano, que en persona te hablan, que se sienten profundamente acogidos, sanados y resucitados. Y desde ahí capacitados para el servicio.

Señor Jesús, haznos discípulos tuyos. Envíanos. No dejes que nos acomodemos, que la inercia nos atrape, que no nos contentemos con lo mínimo sino que busquemos siempre en Ti la razón y la fortaleza para seguir adelante, pese a tanto. Haz que gustemos del camino recorrido a tu lado. 

Así te lo pedimos. Así sea.






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