-¡Qué mujer tan celestial!
-¡Qué ojeras! -¡No seas loco!
-¿La conoces, chico? -Un poco.
-Pues preséntame, Pascual.
-¿Es viuda? ¿Doncella? -No.
-¡Casada! ¡Seré atrevido
y haré que engañe al marido!
-Es que el marido soy yo.
-¡Qué ojeras! -¡No seas loco!
-¿La conoces, chico? -Un poco.
-Pues preséntame, Pascual.
-¿Es viuda? ¿Doncella? -No.
-¡Casada! ¡Seré atrevido
y haré que engañe al marido!
-Es que el marido soy yo.
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