San Quintín, en tus manos dejamos nuestra súplica (expresar claramente lo que se pide), para que, si no es obstáculo a mi santidad personal o de la persona por la que te pido, el Señor en su infinita misericordia me lo conceda, por los méritos de tu martirio unido a la pasión de nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Amén.
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