Cierra la puerta, Rufina,
porque de no estar cerrada
no te halles malograda
como tu hermana Marina.
Pues si no tienes gana
de cerrar y de encerrarte,
debes querer malograrte
como Marina tu hermana.
porque de no estar cerrada
no te halles malograda
como tu hermana Marina.
Pues si no tienes gana
de cerrar y de encerrarte,
debes querer malograrte
como Marina tu hermana.
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