Querido Señor, le diste a tu siervo, el papa san Evaristo, los dones de sabiduría y humildad para guiar a tu Iglesia en la Tierra. Por su lealtad en el pastoreo del rebaño, que continúe guiando a aquellos que siguen buscando en la Tierra su intercesión. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario